El Rápido ha experimentado una mejoría que anima a Jorge Otero pese a que sigue sin puntuar y sin marcar
Si hay algo irrefutable en la vida son las matemáticas. Los números no tienen opinión, no retuercen las palabras a su favor, no engañan a nadie. Cristalinos. En ese sentido, las cinco derrotas en otros tantos partidos del Rápido de Bouzas en su comienzo de temporada, unidas a los doce goles en contra y, sobre todo, ninguno a favor, dejan al conjunto aurinegro en una situación delicada pese a que la liga no ha hecho más que empezar.
Pero en fútbol, como en la vida, pese a que son incontestables, los números no lo son todo. Cuando se escarba en la superficie de las cifras se llega a la profundidad de las sensaciones, que apuntan a que el equipo de Jorge Otero ha ido en progresión en el primer mes de competición. Dos partidos nefastos en León y en el Baltasar Pujales ante el Navalcarnero dieron paso a brotes verdes en Valladolid y de nuevo en Bouzas ante el Inter de Madrid. El domingo, en Barreiro, el Rápido cuajó sus mejores minutos del curso. Concretamente los primeros 45, en los que maniató al Celta B. Las expulsiones de Sergio Santos y Kiko le condenaron a otra derrota, pero el optimismo llega desde el juego. "Ante el Celta B dimos la cara. El equipo va a más, cada día mejor. No estamos lejos del objetivo", explica Otero.
Y es que los números que escenifican su mal inicio también dicen que el Rápido está a cinco puntos de la permanencia, que marca ahora el Coruxo. Dos partidos. "Claro que desgasta llevar cero puntos y cero goles a favor, pero en los últimos dos o tres partidos hemos mejorado mucho", apunta el técnico de Nigrán, que está convencido de que su equipo va a salir del fondo de la tabla: "Trabajamos con ilusión y motivación para competir de tú a tú contra cualquiera".
La evolución del conjunto aurinegro es palpable. El club se reforzó con una mayoría de futbolistas sin experiencia en la categoría, que necesitan tiempo para aclimatarse. Y precisamente el tiempo es un bien escaso en el mundo del fútbol, tan poco dado a la paciencia ante los malos resultados. "Yo solo quiero ganar el sábado. Es lo que me preocupa. En lo demás no pierdo el tiempo porque son situaciones que no puedo controlar", explica el exjugador del Celta, consciente de que el entrenador siempre es el eslabón más débil de la cadena en este negocio. "Cuando firmas un contrato sabes que este tipo de situaciones vienen con el cargo", añade Otero ante la posibilidad de un cese si el Rápido no remonta el vuelo ante el Fuenlabrada el próximo sábado en Bouzas (18:00).
Mal en ataque, mejor en defensa
La estadística dice que el Rápido es el único equipo de categoría nacional que todavía no ha hecho gol. Un dato preocupante, pero atenuado por la notable mejoría en defensa. Las 'avispas' encajaron siete goles en las dos primeras jornadas y un par en las dos siguientes. Los tres del domingo vienen condicionados por las dos expulsiones.
Aparte del Rápido, diez equipos más siguen sin puntuar en España. Entre ellos está el Agoncillo, de la Tercera riojana, con la misma diferencia de goles que los boucenses (dos goles a favor y 14 en contra) y dos conjuntos con peor bagaje: el San Claudio asturiano, con -15 (un gol a favor y 16 en contra) y el Villanueva aragonés con -16 (dos goles a favor y 18 en contra). n
