La crisis céltica coincide en el tiempo con el mercado invernal, en el que el club busca un par de refuerzos para apuntalar la defensa y está pendiente de que ninguna oferta irrechazable a última hora debilite el grupo de jugadores.
Con los resultados apremiando, el club ultima la llegada del primero de los fichajes, que todo indica que será el holandés Jairo Riedewald. El joven central lleva siendo el objeto de las negociaciones entre la entidad celeste y el Crystal Palace, su actual club, desde hace ya semanas y todas las partes anhelan un acuerdo. Las premisas son una cesión hasta final de temporada con una opción de compra, probablemente obligatoria, a ejercer el próximo verano.
La retaguardia necesita imperiosamente alguna pieza más en la que confíe Miguel Cardoso. La lesión de David Costas ha desvelado el mal momento de Gustavo Cabral, titular dos partidos hasta que fue suplido por Facundo Roncaglia el pasado sábado. El segundo mejoró las prestaciones del primero pero precisamente es uno de los jugadores a los que se les buscaba salida en este mercado de enero. De hecho, el club consideraba hacer la operación incluso sin haber cerrado otro central.
Si Riedewald llega y, como espera la dirección deportiva celeste, tapa el agujero de la banda izquierda al poder ejercer también de lateral defensivo, lo que se busca en el mercado es otro central de garantías. Para Cardoso, el dúo titular es el formado por Costas y Araujo, pero no vería con malos ojos una pieza más.n
