Alberto Abalde (A Coruña, 15 de diciembre de 1995) vivió un verano especial porque estuvo concentrado con la selección española de baloncesto, con la que llegó a debutar, a pesar de no estar previsto.
Después firmó un contrato de cuatro años con el Valencia tras una larga negociación, pero este curso todavía jugará en Badalona en calidad de cedido. El vigués no descarta la NBA y el próximo jueves disputará en la ciudad el partido de homanaje a Quino Salvo.
¿Cómo fue la experiencia de la selección?
Fue una experiencia buena, ya tuve la suerte de ir la temporada anterior y ahora pude volver y estar mucho más tiempo. Además, tuve la suerte de debutar y tuve muy buenas sensaciones. Son un grupo magnífico y pude disfrutar con ellos antes de que ganaran este bronce tan importante. Estuve en dos etapas y lo viví de manera distinta. Estuve en la parte previa y, después, hubo una lesión y me quedé hasta el final. Pude jugar y estar en la gira. Es una buena experiencia y, ahora, a trabajar para poder volver a la selección.
¿Cómo es eso de que se vaya a casa y lo vuelvan a llamar unos días después?
Inesperado. Ya estaba en Badalona para trabajar con el preparador físico y dos días después estaba haciendo la maleta de nuevo para acudir a Málaga. Estaba ya un poco desconectado y planificando lo que quedaba de verano. Te descoloca todo, pero hay que dejarlo para ir ahí.
¿Siguió los Juegos?
Me preocupó un poco el inicio con dos derrotas, pero tenía claro que estos jugadores iban a reaccionar. Una vez que estuvieron presionados y también criticados sacaron el carácter y salieron adelante. Son jugadores muy ganadores, curtidos en mil batallas y lo malo de perder esos dos partidos es que hizo que el cruce en semifinales fuera ante Estados Unidos y es un partido muy complicado de ganar. De ganar al menos un partido más de los dos iniciales, seguramente obtuvieran una medalla de plata o un oro. De todas formas, obtener tres medallas en tres Juegos seguidos es muy complicado.
Viéndolo desde fuera, llama la atención un inicio malo.
Salieron dos malos partidos y en este deporte puede pasar. El rival también juega, pero a partir del tercer encuentro ofrecieron un rendimiento increíble ganando a Lituania, Francia y Argentina de mucho. No era el tercer mejor equipo del torneo, creo que estaba entre los dos mejores. No creo que sea un cuestión de estímulo o presión. Son un grupo bueno, una familia y ganan los partidos casi siempre. No creo que fuera una cuestión de relajación, salieron dos malos partidos al principio y ya está.
¿Se aprende de jugadores de este nivel?
Está claro que si en un entrenamiento te emparejas con Rudy Fernández, Sergio Llul, Navarro, Calderón... vas a mejorar. Cuanto mayor es el nivel del jugador con el que entrenas, más puedes aprender y progresar. Me sirvió de mucho, estoy seguro. Son muy buenos y juegan a un ritmo muy alto, por lo que te exigen.
¿Cómo se gestó la llegada al Valencia?
Llevaba desde final de la temporada pasada. También intervenía el Joventut y, al final, creo que se cerró un buen acuerdo con buenas condiciones para las tres partes. Para mí, creo que era algo positivo quedarme en Badalona para seguir progresando un año más y estoy muy contento. Me fichó un club grande como el Valencia y sigo un año en La Penya, que es como mi casa.
¿Se alargó por estar implicadas tres partes?
Al cerrar un contrato largo y siendo un jugador joven, hay que negociar un buen contrato para poder manejar tu futuro. Pueden pasar cosas y tenemos que llegar a un acuerdo bueno. No se puede firmar cualquier cosa.
¿Se refiere a la NBA?
No le cierro la puerta, ¿cómo la voy a cerrar? Pero, por ahora, lo veo muy lejos. Tengo que trabajar bien ahora y progresar. Ojalá surja alguna opción, pero ahora no me quita el sueño. A la hora de cerrar el contrato también lo tuve en cuenta, pero como cualquier otro jugador de veinte años. Tienes que dejar las puertas abiertas a todo y no sabes lo que va a pasar. Dinero no me costó.
Un jugador vigués, para destacar, tiene que irse fuera.
Sí, es una evidencia. Cualquier jugador con talento tiene que irse fuera porque en Vigo no hay nada. El baloncesto está totalmente dormido, no existe ningún proyecto de nivel. En Galicia está el Obradoiro, que debería tomar algo de forma la cantera porque, hasta ahora, todavía no se ha hecho demasiado. También está el Breogán, que trabaja más, pero no hay muchas opciones, ni en Vigo ni en Galicia. Los jugadores con talento se tienen que marchar.
¿Se pone algún objetivo para esta temporada?
Trataré de ir progresando, con calma y como hasta ahora. Intentaré dar lo mejor, cumplir lo que me indique el entrenador y seguir mi evolución.n
