José Naranjo (21 años) y Pape Cheikh (18) dejaron una grata impresión en el derbi en Uruguay
A José Manuel García Naranjo le apetecía jugar el pasado jueves. Le apetecía eneseñarse. Le apetecía entrarle por el ojo al aficionado del Celta que sabe de él lo que le cuentan y lo que puede ver en esos tendenciosos vídeos de mejores jugadas. Y qué mejor partido para hacerlo que ante el Deportivo, un derbi, una cita que el celtismo siempre mira con especial ahínco.
Tuvo que esperar en el banquillo una larga hora. Pero cuando se cumplió ese minuto 60, Eduardo Berizzo decidió sentar a un desacertado y cansando Théo Bongonda para dar entrada al que fue primer fichaje celeste de este mercado estival hace ya más de un mes. Y Naranjo, joven valor de 21 años que viene de encantar en este 2016 en el Nástic, aprovechó que el partido se abrió por el cansancio de los dos equipos para dejar interesantes muestras de su clase.
Baste decir que lo peor que hizo, una pifia en un remate, acabó siendo la asistencia en el gol de Radoja que cerró el partido. Antes, Naranjo –'Naranja', le llamó Berizzo en sala de prensa hace unos días– se mostró atrevido en su juego, que no osado, tirando de técnica para resolver y clarificar con un solo toque acciones de ataque. Y supo también echarle carácter en defensa, tratando de aliviar a sus compañeros con conducciones en las que mostró, además de pericia, potencia.
Obviamente, a Berizzo todavía le falta pulir a su nueva joya en aspectos fundamentales para poder ejercer en el Celta como el de la presión. En tal tarea le lleva ventaja Théo Bongonda, con quien, por lo visto hasta ahora en la pretemporada, competirá por un puesto en la banda izquierda del ataque. Salvo que el club finalmente fiche un futbolista que se pueda amoldar a ese costado. Sea como sea, bien hará el belga, gris en los dos amistosos disputados hasta la fecha y quien parte con la alargada sombra de Nolito detrás, en no despistarse porque Naranjo es joven pero también valiente. Si a su calidad une esfuerzo y capacidad de aprendizaje táctico, su explosión que podría esperarse para dentro de unos meses podría adelantarse.
Tras el partido ante el Deportivo, Berizzo analizó la actuación de Naranjo de forma conjunta con el del otro fichaje veraniego presente en Uruguay, Álvaro Lemos. "Naranjo es un jugador muy bueno en el uno contra uno. Cuando arma su pierna derecha, es un futbolista muy vertical. Lemos es todo potencia. Son futbolistas en evaluación, de futuro. Llegan a un equipo de Primera División y, evidentemente, tendrán una adaptación que realizar. Pero están predispuestos a integrarse y hoy entraron muy bien en el partido", apuntó, dejando entrever que, sobre el papel, ambos parten desde más atrás que muchos de sus compañeros en la carrera por un puesto. Tendrán que correr y el onubense ha empezado a hacerlo. En las redes sociales, explicó que se siente "muy feliz por jugar mi primer derbi y por conseguir la victoria, cada vez con mejores sensaciones!!! A seguir!!!".
Lleva más tiempo en esa tesitura Pape Cheikh. El canterano sabe desde la pasada temporada que Berizzo cree en él y en esta pretemporada está dando muestras de evolución. Ante el Deportivo, gozó de la titularidad y la aprovechó para demostrar, por un lado, que el puesto de interior es el suyo –tiene capacidad para pisar cerca de las dos áreas– y, por otro, que no se va arrugar. De ahí los elogios del entrenador tras el partido. "Pape subió del Celta B al primer equipo el año pasado y, por sus características físicas, es un futbolista a tener en cuenta. Es un jugador de recorrido, de muchos metros, agresivo, ocupa muchos metros del campo e intentaremos darle su lugar", señaló, antes de añadir que espera mucho de él en el futuro cercano: "El año pasado fue una solución a varios problemas y este año ha dado un paso adelante. Va camino de transformarse en un jugador de nuestra plantilla de Primera División".
A la espera de ese futuro, Papel se alegró también del triunfo en el derbi. "Victoria especial que da más fuerza para seguir con la pretemporada. Hala Celta", señaló.n
