celta

Rubén vuelve a quebrarse

Rubén Blanco, durante un entrenamiento de esta semana en la playa de A Lanzada.
photo_camera Rubén Blanco, durante un entrenamiento de esta semana en la playa de A Lanzada.

El guardameta céltico sufre una lesión muscular que lo tendrá de baja casi un mes

Falta que una última ecografía determine con exactitud la dolencia y el periodo de baja, pero Rubén Blanco ha sufrido un percance físico una vez más. El portero mosense tiene una rotura fibrilar en el recto anterior de su muslo izquierdo que en el parte médico señalan como "probable". Y los galenos célticos no son de adelantar diagnósticos sin una base cierta. De hecho, ya se apunta que estará si poder jugar "en torno a las tres o cuatro semanas".
Una vez más, el canterano padece un impedimento físico en una pretemporada que, a buen seguro, menguará sus opciones de pelear por la titularidad en igualad de condiciones que sus compañeros de demarcación, Sergio Álvarez e Iván Villar. Si la mejor de las previsiones se cumple, Blanco podría estar ya disponible para el inicio de Liga, pero sin haber disputado los amistosos de pretemporada y con un currículum que invita a no correr en absoluto para certificar su reaparición.
Desde el cuerpo médico se ha hablado en más de una ocasión de las condiciones físicas de Rubén y de sus numerosas lesiones, apuntándose que no existe una causa comprobada de éstas. De hecho, siempre se llama la atención sobre la diversidad de las dolencias que ha sufrido y que le han impedido tener continuidad en la portería del primer equipo. De hecho, su mayor cantidad de partidos consecutivos es de diez, logrados en la última temporada.
Recorrer las últimas campañas de Rubén obliga a dar importancia a su informe médico. En agosto de 2015, se lesionó un hombro; en la pretemporada siguiente y en el mismo mes, una rodilla; en la segunda mitad de esa campaña 2016/2017, sufrió dos lesiones musculares –enero y marzo–; y en la primavera de este mismo año, se lastimó el talón de aquiles y tuvo que dejar la titularidad en la que, por primera vez, parecía definitivamente asentado.
Todos estos problemas físicos no hicieron dudar al club, que este verano reiteró la apuesta por el portero de Mos con una renovación hasta 2023. Cinco temporadas más para un jugador que irrumpió en el primer equipo en la recta final de la temporada 2012/2013 con sólo 17 años y como medida de urgencia en las dos últimas jornadas tras las lesiones de Sergio y Javi Varas.  Dos campañas después subió de forma definitiva al primer equipo, pero siempre había disputado menos partidos que Sergio, su rival por el puesto, hasta la pasada campaña. Juan Carlos Unzué no le dio la titularidad de entrada, pero acabó otorgándole esa confianza hasta que se lesionó. Ahora, de nuevo, un problema físico le complica la vida a Rubén.n 

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