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El reincidente Orellana

Fabián Orellana, durante el entrenamiento previo al partido de la semana pasada contra el Valencia.
photo_camera Fabián Orellana, durante el entrenamiento previo al partido de la semana pasada contra el Valencia.

El chileno ya tuvo problemas con sus entrenadores en el Audax, el Granada y la selección

Fabián Orellana pasa sus últimas horas como jugador del Celta después de ser apartado del equipo por Eduardo Berizzo. Una "falta de respeto inaceptable" llevó al técnico argentino, de manera consensuada con los responsables del club, a prescindir de manera definitiva de un futbolista reincidente. No es, ni mucho menos, la primera vez que el internacional chileno tiene problemas con su entrenador. En el pasado los tuvo en el Audax Italiano, en el Granada –con el gallego Fabri– y también con los seleccionadores chilenos Claudio Borghi y Jorge Sampaoli.
El Audax es el equipo en el que el todavía jugador del Celta dio el salto al fútbol profesional de Chile. Jugó allí hasta mediados de 2009 y fue precisamente en los primeros meses de ese año cuando chocó con el que entonces era su entrenador, Pablo Marini. A principios de año, cuando su salto a Europa ya parecía próximo, Orellana criticó públicamente al técnico, por lo que tuvo que pedir perdón. "Pido disculpas al cuerpo técnico por los dichos del otro día, que los hablé en caliente. Estaba ofuscado un poco con el club, pero dentro de esta semana se habló todo y se pidieron disculpas a los profesores, cuerpo técnico y compañeros si se sintieron ofendidos", indicó entonces el jugador en declaraciones a la página web oficial del Audax.
Sin embargo, el chileno siguió chocando en los meses posteriores con Marini, que finalmente decidió apartarlo del equipo con el apoyo de los responsables de la entidad. "Pablo Marini tiene todo nuestro apoyo para las decisiones que él tome, a no ser que sea algo que vaya en contra de las políticas del club. Mentras siga ganando y cumpla los objetivos, está todo bien", aseguró entonces el gerente de Audax, Claudio Tessa, quien poco después vendió a Orellana al Udinese italiano.
Con el conjunto transalpino, el chileno sólo llegó a jugar amistosos. Fue cedido primero al Xerez y posteriormente al Granada, donde tuvo problemas con el técnico gallego Fabri González. Mediada la temporada, el entrenador le recriminó a Orellana su falta de actitud durante una sesión preparatoria de la que el ahora céltico acabaría siendo expulsado. El chileno se marchó al vestuario llamando "mala persona" al técnico. Un día después, mantuvo una larga reunión con el entonces presidente del Granada, Quique Pina, que aplicó el régimen interno y multó al futbolista por faltar al respeto a su entrenador. El conjunto andaluz ascendió a final de temporada, pero Fabri no quiso seguir contando con Orellana, que fue cedido al Celta.
En la selección, tuvo problemas primero con Claudio Borghi –que dejó de convocarlo por una falta de disciplina– y después con Jorge Sampaoli, que también dejó de citarlo. "No tengo explicación, son gustos. No le gusto como jugador o persona, no sé qué no le gusta de mí", se lamentó el 'poeta'.n

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