girona-celta

El pulmón necesita socios

Una constante de ayer: Fran Beltrán batallando contra los jugadores locales en inferioridad numérica.
photo_camera Una constante de ayer: Fran Beltrán batallando contra los jugadores locales en inferioridad numérica.

El centrocampista madrileño cuajó un encuentro muy completo, algo que, después de cuatro jornadas ya no es una novedad. Junto a Stan Lobotka, volvió a coser al equipo por el medio en el primer tiempo, se hinchó a recuperar balones con un gran sentido de la presión tras la pérdida.

Su espléndido despliegue físico le permite abarcar una enorme cantidad de campo, algo muy necesario en un esquema de Antonio Mohamed que le deja a él y al eslovaco como centrocampistas únicos. Aun así, estuvo muy fino en la anticipación y las coberturas. Con el balón, se manejó con soltura. El primer pase de los ataques posicionales casi siempre salió de sus botas. Además, tuvo claridad cada vez que asomaba por sectores intermedios.
En la segunda mitad todo se complicó para Beltrán. La opción de Mohamed de partir todavía más a su equipo por el medio, unido al cansancio, complicó las cosas en la recuperación de balón para el ex del Rayo, que se vio desbordado por la superioridad numérica que el Girona encontró en ese sector. El escenario no mejoraba para el joven centrocampista con el balón, ya que la excesiva lejanía de sus compañeros le impedía encontrar socios con fluidez. En un  último intento desesperado, el técnico argentino le sustituyó por Brais. 

Te puede interesar