Los capitanes asumen el criterio de autoridad de Berizzo sin reproches públicos pero sin entrar en los pormenores
No hay crisis. Y menos con una victoria en el Santiago Bernabéu de por medio. La exclusión de Fabián Orellana por un acto de falta de respeto al entrenador, Eduardo Berizzo, se está tratando de llevar con naturalidad por la plantilla. Ayer, el chileno trabajó aparte en el gimnasio y se fue de A Madroa mientras sus compañeros todavía trabajaban sobre el césped. Después, dos de los capitanes, Hugo Mallo y Sergio Álvarez, expusieron la opinión del plantel.
Mallo, primer capitán, ejerció de tal. "Ya salió la gente que tenía que hablar, como el míster y Felipe Miñambres. Ya dijeron cuál era la solución y por parte de toda la plantilla el tema está zanjado, hablado y solucionado", concretó. El marinense añadió que "es una decisión que toma el míster. El equipo puede dar su opinión, igual que el mister y el club. Pero al final el que decide aquí no es el jugador. Los compañeros podemos intentar ayudar o integrar a un jugador. Pero nosotros sólo nos dedicamos a jugar al fútbol. Nos pagan por ello y por entrenar. Nuestro trabajo no es tomar esas decisiones".
Por su parte, Sergio Álvarez explicó que "no se trata de apoyar o no" la decisión de Berizzo. "El entrenador dijo lo que dijo. Imagino que los problemas fueron entre ellos. El entrenador es el que manda", dijo. El portero cree que hay que "acatar" la decisión y "olvidarnos de esas cosas".
El de Catoria admite que "sí que duele" ver salir así al chileno. "Hizo muchas cosas buenas por este club y por esta ciudad, como el ascenso. Le tenemos cariño y duele de manera especial. Pero esto es fútbol y siempre pasaron cosas así. Voy a tener la misma relación con Fabián, eso no cambia. El míster tomó una decisión y nosotros tenemos que acatarla". Y punto.n
