Su valorada capacidad táctica no resultó suficiente ante la falta de convencimiento del grupo; el equipo acabó finalmente 12º
El propio Juan Carlos Unzué, que hoy se despide con una rueda de prensa, lo reconoció el pasado viernes: la ausencia de resultados positivos en los meses iniciales de la campaña hizo dudar a los futbolistas. Y esa duda creció sin que el técnico navarro fuese capaz de disiparla de la cabeza de sus jugadores. De ahí que la capacidad táctica de él y del resto de su cuerpo técnico no fuese suficiente como para convencer al vestuario y conectar con la grada.
Esa doble capacidad de convencimiento es lo que se busca ahora en el sustituto de Unzué. Además del habitual gusto por la posesión del balón y por el juego ofensivo. El perfil se ajusta a varios nombres que baraja el club para anunciar cuanto antes, tras el adiós del pamplonés hoy.
Unzué deja al equipo en una décima segunda plaza final, igualado a 49 puntos con Espanyol y Real Sociedad y situado entre ambos como resultado del triple empate. Es decir, cuatro puntos más y un puesto más arriba que el pasado curso, pero sin las dos semifinales de aquel y a nueve puntos de las plazas continentales.
Ésta ha sido la segunda temporada de Juan Carlos Unzué como primer entrenador y la primera en la máxima categoría. Con anterioridad, había dirigido en la campaña 2010/2011 al Numancia en Segunda División, cerrando el curso en la décima plaza en Liga y con un balance de 17 victorias, 6 empates y 20 derrotas en 43 encuentros. En el Celta esta temporada ha empeorado su porcentaje de victorias, ya que ha pasado de un 39,53% en el conjunto soriano a un 35,71 en el céltico, tras sumar 15 triunfos en 42 partidos. Once empates y 16 derrotas completan el currículum como celeste del navarro.
Hoy, se le preguntará por su futuro. Con anterioridad, ha defendido la idea de que seguirá en solitario y no regresará como segundo al cuerpo técnico de Luis Enrique Martínez.n
