El vestuario del Celta espera a un Levante reanimado por el cambio de técnico pero que mantendrá su cariz defensivo
Dos datos. Uno, el Levante es el penúltimo clasificado de Primera con cinco puntos y sólo ha ganado un partido de los ocho disputados. Y dos, el conjunto valenciano es el que menos posesión de balón acumula hasta la fecha, con un 43,3%. Dos detalles que podrían sugerir no facilidad, pero sí menor dificultad a la hora de enfrentarse con el bloque blaugrana.
Sin embargo, la salida de José Luis Mendilibar del banquillo del Levante y la llegada de Lucas Alcaraz supone una revolución en el escenario que preocupa a los futbolistas célticos. Porque, como dice Pablo Hernández, el Levante "viene con otra mentalidad. Un nuevo técnico cambia muchas cosas. Los jugadores quieren estar dentro de los partidos y mostrarse al nuevo entrenador". Esa variación es trascendente, en opinión del 'Tucu', porque "la actitud vale más que el juego y un equipo con mucha actitud puede hacer grandes partidos. No podemos confiarnos, sabemos que no vienen muy bien pero nosotros tenemos que seguir haciendo nuestro juego para que podamos sumar los tres puntos".
Por el mismo sendero camina el discurso de Sergi Gómez, quien valora que "generalmente, cuando hay cambio de entrenador la gente cambia el ‘chip’ y normalmente las cosas van a mejor. Aun así, tenemos que ser fieles a nuestra filosofía de juego".
Esperarán atrás
Insisten ambos en este último punto porque creen que Alcaraz no hará grandes cambios sobre el estilo férreo que ha caracterizado al Levante en los últimos años. "Tampoco se va a arriesgar tanto. Nos van a esperar y debemos tener paciencia porque nos va a costar mucho entrar. Va a ser un partido muy largo", advierte el 'Tucu'. "Nosotros, independientemente de lo que hagan ellos, trataremos de tener la posesión y crear ocasiones", redunda Gómez.
