Niko Sherazadishvili, del Famu vigués y con ficha por Galicia, se colgó el primer oro mundialista masculino español
El español Nikoloz Sherazadishvili se proclamó ayer campeón mundial en Bakú, primer título de la historia para el judo masculino español, al derrotar en la final de -90 kilos al cubano Ivan Felipe Silva por ippon en el tiempo extra –técnica de oro–. El judoca de origen georgiano tiene, desde hace un año, ficha por Galicia y pertenece al club Famu vigués, por lo que el judo de Galicia y de Vigo se siente partícipe de este histórico logro.
La amistad de largo recorrido entre Mario Muzas, presidente de la Federación Gallega y del Famu, y Joaquín Ruiz 'Quino', entrenador de Niko y de otros muchos judocas de primer nivel en Madrid –y participante en los años 90 en las ligas profesionales que se organizaban en Galicia–, propició la mudanza administrativa de sus pupilos. "No estaban contentos y sabían cómo trabajábamos aquí y, sobre todo, el buen grupo que creamos", narra Muzas, quien asume las posibles críticas por esa labor de acogida porque "ellos son los que eligen".
Sherazadishvili y sus compañeros siguen los pasos de la salmantina María Bernabéu, que ya había dado al Famu dos medallas mundialistas en 2015 (plata) y 2017 (bronce) y que ayer sólo pudo ser novena –tras una polémica inmovilización en octavos–. En Bakú, junto al medallista de oro y Bernabéu, estaban otros tres judocas del Amfiv –Fran Garrigós, Sara Rodríguez y Laura Martínez–, además del gallego Alberto Gaitero.Hace un par de semanas, todo el grupo estuvo en Vigo y en A Coruña para ultimar su preparación para la cita mundialista.
Muzas se mostraba ayer "muy contento porque Niko es un pedazo de pan. Se hace querer. Además, desde cadetes se le veían unas condiciones enormes y se le auguraba un gran futuro". El máximo responsable del judo en Galicia desde hace lustros destaca del ahora campeón del mundo que, pese a su juventud, "es muy coherente, está muy centrado y tiene las cosas muy claras". La idea del judoca, antes de este oro, era seguir con ficha gallega y en el Famu hasta los Juegos Olímpicos de Tokio. En Río, ya estuvo Bernabéu, que acabó con un meritorio diploma.
Puesto a analizar a Nikoloz Sherazadishvili, Muzas resalta sus enormes virtudes: "Tiene unas condiciones innatas: es alto (1.85) para su peso, lo que le otorga mucha envergadura de brazos y piernas. Es superinteligente y sabe leer los combates, cambiando la táctica si es necesario de forma muy intuitiva. Y, además, es muy técnico, como se desmostró en la técnica final". En resumen, un judoca de talla mundial que ayer hizo historia en el judo español, gallego y vigués. Y con todavía mucha carrera por delante.n
