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El paso clave previo a los goles

En la segunda parte del Villamarín, Hjulsager asistió desde la derecha y Juncá, desde la izquierda
photo_camera En la segunda parte del Villamarín, Hjulsager asistió desde la derecha y Juncá, desde la izquierda

Mohamed descubre en Juncá, con tres asistencias, y Hjulsager, con dos ante el Betis, los centradores que buscaba 

No tienen el mismo reconocimiento que los autores directos de los goles, pero estos saben que, en buena medida, dependen de ellos para brillar. Los asistentes son básicos para cualquier equipo y en el Celta también. En las últimas semanas, el técnico celeste, Antonio Mohamed, se dolía de la ausencia de extremos que apurasen la banda y pusiesen el balón para el remate de los moradores del área. El pasado domingo en el Benito Villamarín, encontró dicha figura en las personas de David Juncá y Andrew Hjulsager. Pero, eso sí, haciéndolos jugar como carrileros en una línea de cinco.
David Juncá personaliza la dualidad que parece vivir todo el equipo celeste a estas alturas: lanzarse al ataque o cubrirse. Porque el de Girona tiene innegables dotes ofensivas con sus precisos centros con la zurda, pero carece de la rigurosidad posicional de un lateral al uso. Con todo, lo cierto es que hasta la fecha ha sabido explotar esa condición de pasador y ya acumula tres asistencias, dos de ellas en las dos últimas jornadas ligueras.

Juncá está sacando mucho partido a sus minutos en este sentido. Ha jugado 412, lo que significa que cada poco más de 137 minutos ha puesto un balón de gol aprovechado por sus compañeros. Una cifra nada desdeñable si se tiene en cuenta que las dos últimas temporadas en el Eibar las cerró con ese mismo número de pases goles habiendo jugado 990 y 874 minutos. Su récord en un curso es de 5 (15/16, con 2.498 minutos), por lo que está a su alcance superarlo.
La situación de Andrew Hjulsager es bien distinta. El danés era uno de los descartes veraniegos hasta que la salida de Claudio Beauvue llevó al club a mantener un atacante más en la plantilla. Aún así, fue un fijo entre los descartes hasta que hace dos jornadas jugó los tres últimos minutos ante el Alavés. Sin embargo, su gran partido en Copa permitió que Mohamed apostase por él en el descanso del Villamarín para hacer de carrilero. Y el ex del Brondby se lo agradeció dando dos asistencias de gol a Maxi Gómez, una con cada pierna.
Hasta este domingo, Hjulsager sólo había podido dar una asistencia como céltico –en el 1-2 en Copa ante el Eibar el pasado curso–. Pero venía de dar siete en la media campaña anterior con el Brondby, tres de ellas ante el Valur en la previa de la Liga Europa.n   

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