BRANDAN MÁRQUEZ . Ciclista de ultramaratón

"Con el paso de los años, encuentras tu sitio"

Márquez finalizó en el podio del Campeonato de España en los tres últimos años.
photo_camera Márquez finalizó en el podio del Campeonato de España en los tres últimos años.

El ciclista vigués reconoce que "no soy explosivo, pero aguanto mucho a alta intensidad"

Brandan Márquez (28 de enero de 1982) está especializado en la distancia de ultramaratón de bicicleta de montaña. Actual bronce en el Campeonato de España, logró los títulos de 2015 y 2016. Es un autodidacta que no tiene ni entrenador ni preparador físico. 

¿Cómo se llega al ultramaratón?
Empecé haciendo bicicleta de montaña a los 15 años. Después iba a la playa, empezamos a salir un grupo a la montaña y llegaron las marchas. Después ya se hizo habitual y me fui metiendo en ese mundo y empecé a competir. Por circunstancias de la vida, la dejé de lado cinco años. Había que dedicarse a algo y yo preparé oposiciones a bombero. Lo de la bicicleta no lo veía muy claro y las saqué.

¿Por qué se decidió por las largas distancias?
A medida que pasan los años encuentras tu sitio. Puedo dedicar bastante tiempo a entrenar, no como un profesional, pero sí bastante tiempo y, además, las largas distancias se me dan bien. Me vienen bien las distancias altas a una intensidad no tan alta. Es como un velocista o un maratoniano en atletismo. Hay gente que en 100 metros se vacía, pero un fondista, aunque lo intente, no es capaz. En mi caso es algo similar. No tengo una capacidad para ser explosivo, pero sí tengo para estar muchas horas a una intensidad bastante alta. 

¿Cómo se afronta una prueba como el Campeonato de España, que fueron 100 kilómetros y más de 6.000 metros de desnivel?
Este tipo de pruebas las marca mucho el recorrido. No dejan de ser 200 kilómetros y mucho desnivel. Ya son pruebas que, para terminar, requieren un entrenamiento muy específico. Tienes que programar el año para estar bien porque es muy duro. A esto tienes que sumar la incertidumbre porque no sabes cómo se va presentar. Hay años que se rompe al principio; otras veces, que es como jugar al póker con las escapadas. Hay que estudiar la carrera y jugar tus cartas. 
¿Tiene importancia ir a rueda? 
No tanto como en carretera, pero sí que se nota. El factor de ir a rueda no es como en asfalto, pero sí que se nota. Siempre te paran algo el viento y además hay un tema psicológico. Todo se nota. Lo que sí es cierto es que se rompen mucho más porque a nadie le gusta ir con 100 ciclistas. De salida siempre se intenta romper y hacer una selección. Los que vamos a disputar, si podemos ir veinte en lugar de cien es mucho mejor. Después también vas viendo al que vas más fuerte, al que se queda en los puertos. También es cierto que, por ejemplo, el Campeonato de España con 200 kilómetros ya es por eliminación. Uno de los cinco mejores se escapó de salida y nos generó dudas porque salió muy fuerte. A mitad de carrera nos llevaba 10 minutos y me dejaron la tostada porque iban compañeros de selección con él y al final me quemé más. Pero el que iba de líder sí cedió. 

¿Cómo se prepara?
Las pruebas de ultramaratón son de entre seis y doce horas. Nunca entreno tanto tiempo, puedo hacer alguno de seis, pero muy puntual. Se trata de tener un ritmo y saber que lo adquieres. En entrenamientos siempre te cuidas un poco menos y en una competición ya llevas más estudiado todo para gastar menos y rendir más. Además, normalmente llegas descansado y en un entrenamiento tienes la fatiga de las sesiones previas. Por este motivo, los entrenamientos no son de tantas horas, pero sí hago sesiones largas a un buen ritmo. 

¿Conoce todos los montes de Vigo?
Sí, los conozco, pero entreno mucho más en carretera que en bicicleta de montaña. Esto es porque en carretera coges fondo con mucha facilidad y, al final, gastas menos en material y compensa. También se da el hecho de que voy mucho en solitario y, entonces, la diferencia entre las dos modalidades es mucho menor. Tengo mi grupeta, pero la mayor parte del trabajo es en solitario. Es la forma que tengo de planificarme bien. En cuanto al monte, tengo todo muy conocido ya. La zona por aquí de Coruxo está al dedillo. Lo que no hago es tirarme es un mes sin tocar la de montaña. Hago más trabajo en la de carretera, pero siempre tengo la otra porque hay aspectos técnicos que tengo que trabajar. 

¿Por qué no tiene entrenador?
Con la experiencia ya me conozco bien y hago mis planes de entrenamiento. También depende de las cosas de casa, de cómo pase la noche con la niña y así. Todo influye. Es así y lo hago según me voy organizando. Al final, yo no soy profesional. Lo que pasa es que ahora está todo muy especializado, cualquier amateur tiene entrenador y preparador físico, incluso masajista y nutricionista. Todo el mundo entrena con medidores de watios, como los profesionales. Se especializó todo y creo que se está desvirtuando el deporte. Incluso se ven mejores bicicletas en una marcha que en una carrera profesional. Parece que para ser ciclista necesitas una bici de 10.000 euros y tener entrenador, medidor de watios y todo. Se está llevando a un extremo. 

¿Es usted la excepción?
Soy un poco de la vieja escuela y como tengo una base de trabajo, me lo puedo permitir. Ya me conozco mucho. Lo que sí tengo que reconocer es que con un entrenador una persona que nunca haya hecho deporte consigue un nivel de rendimiento muy alto en tres años. Seguramente, para alcanzarlo por mí mismo necesitaría seis. Gente que tiene muy poco tiempo, sí que necesita un técnico porque precisa sesiones muy buenas para exprimirlas al máximo. Con un entrenador igual no consigo más rendimiento, pero sí alcanzo el mismo con mucho menos tiempo.n

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