Con Augusto y Fontás apurando sus recuperaciones, tocará jugar con Villarreal, Madrid, Real y Valencia
La próxima semana de parón liguero permitirá al Celta restañar las heridas provocadas por el arranque liguero en el apartado físico. Sobre todo porque cualquier ayuda será buena para afrontar el endurecimiento del calendario que espera a los vigueses tras este fin de semana sin competición y hasta el siguiente, allá por mediados de noviembre. A los pupilos de Eduardo Berizzo les tocará medirse de forma consecutiva con Villarreal (fuera el domingo 18), Real Madrid (en Balaídos el sábado 24), Real Sociedad (en San Sebastián el sábado 31) y Valencia (en Vigo el fin de semana del 7 y 8 de noviembre). Casi nada.
La plantilla comienza la semana sin Liga con tres jugadores en el parte médico: Augusto Fernández, Andreu Fontás y Rubén Blanco. Los dos primeros apuran las recuperaciones de sus respectivas lesiones y en ambos casos se confía en que puedan estar disponibles ya el domingo día 18 ante el Villarreal. Al argentino se le pudo ver ayer sobre el césped de A Madroa realizando un ejercicio físico personalizado para no perder la forma mientras sana su maltrecho dedo de la mano derecha. Sus carreras por la banda del campo de entrenamiento de la mañana de ayer deben llevarle hasta el Madrigal. Mientras, con Fontás se prefirió ir despacio y que no jugase ante el Getafe para dejar definitivamente solventada su tendinopatía aquilea izquierda.
Rubén Blanco
El caso de Rubén Blanco es diferente. Aunque ya entrena sobre el césped, la operación a la que se sometió tras la luxación acromioclavicular en su hombro izquierdo pedía un periodo de baja de entre ocho y diez semanas que se alcanzará a finales del presente mes o comienzos del próximo.n
