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Pablo Beiro, el pionero de Seúl

Octubre, 2016. Representación del Amfiv ante el muro olímpico vigués.
photo_camera Octubre, 2016. Representación del Amfiv ante el muro olímpico vigués.

El 15 de octubre de 1988 el vigués supo abrir el camino de los deportistas locales en los Juegos Paralímpicos 

Pablo Beiro, que fue presidente del Club Deportivo Amfiv, falleció el 28 de febrero de 2015 pero su legado pervive como si estuviese con nosotros. Habida cuenta, él abrió para Vigo el camino del paralimpismo un 15 de octubre de 1988, justo treinta años atrás. Porque tal día como hoy, Beiro Diz desfilaba  por el Estadio Olímpico de Seúl. Eran los VIII Juegos Paralímpicos, con 61 países en liza; los primeros con participación del bloque socialista.
Agustín Alejos (Vigo, 1987), plata paralímpica en Río 2016 con la selección española de baloncesto y vigués salido de las escuelas deportivas del Amfiv, apenas contaba once meses de edad. A José Antonio Beiro, Chechu, el actual presidente, le faltaban cinco semanas para cumplir los 6. "En el baloncesto empecé de niño acompañando a Pablo y una cosa llevó a la otra", recuerda. Ya no tuvo escapatoria. Pablo ató con paciencia infinita su legado y el futuro.
En 1988 Beiro llevaba una decena de años en el baloncesto, que comenzó a practicar en el Hospital Nacional de Parapléjicos, en Toledo, en aquel tiempo el vivero de jugadores para todo el país. 
Beiro jugaba con el Amfip, con p sí, porque en 1982 un grupo de siete discapacitados, él y José Carlos González entre ellos, fundaba la Asociación de Minusválidos Físicos de Pontevedra a instancias del Imserso. González era el presidente y Beiro se ocupaba "por su conocimiento", de la vocalía de Deportes, explica González, quien sigue como directivo del Amfiv.
Pablo destacó rápido como jugador de baloncesto y en tiro olímpico. Por eso al equipo, que esos años se iba de villa en villa (O Porriño, Cangas, Nigrán, Lalín, A Cañiza...) para promocionar el baloncesto en silla de ruedas, no le sorprendió la llamada de su compañero para Seúl. "Para nosotros era habitual porque España ya lo convocaba para los Campeonatos del Mundo de baloncesto en Stoke Mandeville", en el Reino Unido, recuerda González. Pero sí ayudó, y mucho, "a nivel de público, porque así mostramos el baloncesto en silla; fue un respaldo muy importante". El equipo estaba federado desde 1986 y en 1989 modificaba su denominación para convertirse en Amfiv, siempre con Beiro al mando.
Él, internacional en 49 oportunidades, era uno de los 51 componentes de la delegación española en Seúl. España, con Beiro y aquel fantástico jugador llamado Antonio Henares, batió a Corea (84-63) en el Grupo C y a Brasil (65-37) en los cruces del 9 al 16, perdiendo frente a Holanda, subcampeona olímpica (79-57), e Israel (72-55) en la liguilla y ante Bélgica (43-58) y Gran Bretaña (40-34) en las eliminatorias para determinar posición final. La selección acabó undécima sobre dieciséis países. Con un vigués. Tres décadas antes que Alejos. Hasta en eso fue pionero. n

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