El chileno se expone a una sanción de varios partidos por desconsideración hacia el árbitro
La derrota encajada ayer ante la UD Las Palmas tiene daños colaterales. Eduardo Berizzo no podrá contar con dos de sus titulares indiscutibles para el partido de Liga del próximo domingo en Balaídos contra el Sevilla. Hugo Mallo vio su quinta amarilla en el campeonato, por lo que tendrá que cumplir el correspondiente encuentro de sanción que también recaerá sobre Fabián Orellana por su expulsión. Sin embargo, el caso del chileno es todavía peor. El árbitro José María Sánchez Martínez reflejó en su acta que el céltico le dijo "qué malo eres" en dos ocasiones tras ser expulsado. Por consiguiente, además del encuentro que no podrá jugar por la roja que vio en Las Palmas, Orellana se expone a una sanción de otros dos o tres partidos por "menosprecio o desconsideración" hacia el árbitro.
No fue un buen día para el Celta. Dio la sensación de que el equipo de Eduardo Berizzo estaba pensando más en el partido del próximo jueves ante el Sevilla, correspondiente a la ida de las semifinales de la Copa del Rey, que en el duelo ante Las Palmas. Pero, más allá del pobre rendimiento del equipo, lo cierto es que el murciano Sánchez Martínez perjudicó claramente al conjunto celeste.
El primer error del colegiado llegó con el penalti señalado a instancias de su asistente que permitió a la UD empatar el partido en el primer tiempo. El balón golpea en el brazo de Cabral, pero el argentino ni siquiera estaba mirando hacia él y, además, no cambia la trayectoria del balón, que Sergio habría atrapado en cualquier caso sin ninguna dificultad. Precisamente, la primera amarilla a Orellana llega en ese momento por "hacer observaciones de orden técnico, mostrando discrepancias con mi decisión", según recoge Sánchez Martínez en su acta. Tres minutos antes, Mallo ya había visto su quinta amarilla en Liga por una falta que le impedirá jugar el próximo domingo contra el Sevilla.
Ya en la segunda parte, en el minuto 73, Orellana se fue al suelo en el área y, pese a que se levantó de inmediato, el colegiado murciano le mostró su segunda amarilla, en este caso por "dejarse caer dentro del área, simulando ser objeto de infracción". El chileno no se pudo contener tras la expulsión, pese a los intentos de su excompañero Javi Varas por tranquilizarlo, y le dijo en dos ocasiones al árbitro "qué malo eres", lo que en principio le costará una sanción de dos o tres partidos que deberá cumplir en Liga. El castigo sólo le afectaría para la Copa en caso de que Competición considere que su ofensa constituyó una falta grave y le imponga al menos cuatro partidos.n
