A Eusebio Sacristán, actual técnico de la Real Sociedad y ex del Celta, se le valoran múltiples factores en su labor profesional en los banquillos.
Y no es el menor la valentía y capacidad que tiene para poner en primera línea de fuego a canteranos que acaban siendo piezas básicas en los esquemas de sus respectivos clubes. Un ejemplo perfecto son los dos laterales derechos que, muy probablemente, coincidirán el próximo domingo sobre el campo de Anoeta en el duelo liguero entre donostiarras y celestes: Álvaro Odriozola y Hugo Mallo.
El capitán celeste lleva años reconociendo la importancia de Sacristán en su carrera. En verano de 2009, al pucelano no le tembló el pulso para subir a un chaval de 18 años al primer equipo directamente desde el equipo juvenil. Mallo le dio la razón desde el primer día y hoy por hoy, a sus 26 años, porta el brazalete de capitán y ha sido indiscutible como titular en el lateral derecho para todos sus entrenadores, tanto en Segunda como en Primera.
La progresión de Álvaro Odriozola ha sido más veloz, aunque su subida al primer equipo no fue tan precoz. Apareció en las alineaciones de la Real hace ahora un año, cuanto tenía 21. Y no sólo se ha hecho con la titularidad en el conjunto donostiarra en la máxima categoría, sino que ha debutado con la selección española gracias a su gran proyección ofensiva.
El propio Odriozola, al que sigue el Real Madrid, aseguró ayer que es consciente de que los entrenadores contrarios "intentan que no despliegue" el juego de ataque que le ha llevado a la selección, lo que asume como "parte del mundo del fútbol", que cada vez exige más a los jugadores para no frenar su progresión. Además, sobre la crisis realista dijo que "podemos ganar todos los partidos fuera y en casa, como ya se vio en la primera parte ante el Barcelona, y somos capaces de batir a cualquiera".
