CELTA

"No sabes la alegría que me dio"

Hugo Mallo besa el escudo de su camiseta tras marcar el domingo el primer gol del Celta en el derbi.
photo_camera Hugo Mallo besa el escudo de su camiseta tras marcar el domingo el primer gol del Celta en el derbi.

Ramón Sanromán encontró en Mallo su heredero 43 años después como goleador gallego del Celta en un derbi en 1ª

Por fin. No te puedes imaginar la alegría que me dio. Pensé que me iba a morir sin verlo". El que habla es Ramón Sanromán (Vigo, 4 de octubre de 1952), que el pasado domingo presenció en directo en el estadio de Balaídos cómo Hugo Mallo le daba por fin relevo como goleador gallego para el Celta en un derbi de Primera División. Y no es de extrañar que pensase en que, a lo peor, no llegaría a conocer a su sucesor, ya que han pasado 43 años desde que este delantero de Saiáns le marcó al Deportivo en el 1-0 del 22 de abril de 1973. Desde entonces, más de cuatro décadas esperando por que otro gallego vestido de celeste marcase en un duelo de máxima rivalidad en Primera.
Ayer, Sanromán, haciendo un pequeño receso en su jornada laboral, analiza el porqué de este salto temporal tan importante. "Se han dado varias circunstancias: que los dos equipos estuvieron en Segunda varios años, que el Celta tenía mucha gente de fuera... Pero bueno, en los últimos años ya estaba Aspas y algún otro y no se daba. Hasta que Mallo me dio la alegría", reitera.
Reconoce este miembro de la asociación de ex jugadores del Celta que le sorprendió que su heredero fuese Mallo. "No es un goleador, aunque ya metió dos esta temporada", comenta dando cuenta de que sigue al dedillo la actualidad celeste. Pero está satisfecho de que el marinense haya tomado el releveo porque "me gusta la personalidad que tiene en el campo, sube muy bien la banda y crea peligro. Es un buen futbolista y ahora el capitán del equipo". Eso no quita que, aunque advierta que "me gustan muchos jugadores de este equipo", él como delantero tenga predilección por el otro gallego que marcó el domingo: "Me identifico sobre todo con Aspas. Es un crack, un fenómeno. Si se compromete con el equipo y con esa calidad, puede dar muchas alegrías al Celta".
Sea como sea, parece haberse sacado un peso de encima con el tanto de Mallo. "Menos mal, aunque fuese un defensa. El problema es que antes éramos ocho o nueve gallegos en el equipo y ahora resulta más complicado que un gallego marque en un derbi", analiza.
Para el delantero, que militó en el Celta durante nueve temporadas en la década de los 70, jugando 196 partidos y marcando 25 goles, el  partido del pasado domingo ante el Deportivo "fue perfecto. El empate le dolió al Celta, pero con el penalti y el segundo gol todo cambió. El tercero es un golazo, la anticipación de Orellana al portero es perfecta porque un segundo después la hubiese atrapado el portero. Y luego el gol de Aspas…".
Desde su experiencia, sigue con avidez el día a día del Celta y disfruta del presente de un equipo que ha vuelto a Europa, en la que debutó cuando Sanromán formaba parte de la plantilla. Del actual conjunto celeste resalta que "no tiene el fútbol combinativo de anteriores temporadas, juega más directo. Pero me sigue entreteniendo". Y declara su convencimiento de la idoneidad del técnico: "Berizzo está haciendo un trabajo impresionante. Ha sabido manejar la plantilla y este año, con la Liga Europa, tiene que dosificar a los jugadores. Porque entre diciembre y enero es cuando se ve hasta dónde puede llegar un equipo".
Echando la vista atrás, tiene claro que los duelos con el Deportivo siempre han sido especiales y celebra que la violencia haya desaparecido de tales citas. "Los derbis siempre son competitivos y con mucha emoción. Se perdieron esas cosas de los follones. La gente se concienció de que la competencia en el derbi debe limitarse al terreno de juego", afirma.
Él tuvo su momento de gloria aquel 22 de abril de 1973 y en un contexto muy intenso, ya que los dos equipos se jugaban evitar el descenso y el choque llegó en la jornada 30 de 34. "Los dos estábamos metidos abajo y después de esa victoria, nosotros salimos de puestos de descenso y ellos acabaron bajando y pasando muchos años en Segunda", recuerda. Y estruja la memoria para revivir la acción del gol: "Creo que Seoane era el portero –cree bien–, recibí un pase al borde del área y se la colé por abajo". Nunca destacó como goleador en las filas celestes, porque él "era un delantero que hacía mucho trabajo para el equipo, que era lo que antes se estilaba mucho".
Después de nueve temporadas, Sanromán dejó el Celta y tuvo que buscar trabajo. "No cobrábamos mucho pero teníamos mucha ilusión. No tiene nada que  ver con el fútbol de ahora. Yo tengo que trabajar todavía. No es envidia. Me alegro de que las cosas mejoren, aunque sí es cierto que hay cosas desorbitadas en el fútbol. Ahora está muy bien pagado, no es como antes, cuando había, por ejemplo, el derecho de retención y te prorrogaban con un 10% más y no podías irte", comenta. 
Y para finalizar, desea que el relevo de Mallo y Aspas como goleadores gallegos en un derbi ante el Deportivo en Primera División no se retrase tanto: "Que no pasen otros 40 años".n 

Te puede interesar