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"No me quejo de árbitros que piten mal, sí de los que nos tratan mal"

Eduardo Berizzo y Eduardo Marcucci, ayer en el entrenamiento matinal.
photo_camera Eduardo Berizzo y Eduardo Marcucci, ayer en el entrenamiento matinal.

 Pese a que el Comité Técnico de Árbitros denunció ante el Comité de Competición a Eduardo Berizzo por sus declaraciones sobre el arbitraje de Sánchez Martínez en el choque liguero de Las Palmas, el técnico argentino se refrendó ayer en sus palabras: "Nunca hablo de una decisión técnica, soy respetuoso hasta del error. No voy a reclamar el penalti de Hernández en Sevilla ni la mano de Cabral en Las Palmas porque para eso está el árbitro, que sabe mucho más que yo. Pero me reafirmo en que el árbitro para con Orellana tuvo una predisposición diferente a los otros 21 y eso terminó en la expulsión. Lo vuelvo a decir porque lo pienso y sería deshonesto decir una cosa contraria. Nunca me referí ni me voy a referir a errores arbitrales, mucho menos cuando me perjudican. Pero sí tengo que decir, en defensa de un jugador que ha sido sancionado muchas veces y con el que incluso he sido muy crítico públicamente como Orellana, que recibió un trato diferente a los otros".
Eso sí, entiende la decisión tomada por el Comité de Árbitros:  "Me parece que defiende a su colegiado y es lo que debe hacer, como tarea mía es decir lo que pienso". Y cuando se le habla de diferente trato con otros entrenadores, comenta que "más a mi favor si otros lo hicieron y no se les castigó. Los malos arbitrajes suceden. Tengo libertad para decir lo que pienso de su arbitraje y aún así no lo digo. Pero sí cuando la vara no mide con justicia las actuaciones de uno y otro equipo. Recurrimos lo de Orellana y fue desestimado. El ruido que podemos hacer no es el mismo que pueden hacer otros pero tengo mi obligación de decir lo que pienso. Yo no encontré en el arbitraje de Las Palmas la justicia de un juez que tratase a todo el mundo igual. Con Orellana no se comportó igual. El de Sevilla sí fue justo. Pudo haberse equivocado, pero no encontré un trato persecutorio, ofensivo, retador, de disputa con ningún futbolista". 
Como colofón, reiteró que "el trato con un futbolista mío no fue el mismo que con los otros 21. Frente a eso sí reclamo" y culminó afirmando que "uno corre el riesgo de parecer oportunista con la queja, pero yo no me voy a quejar de árbitros que nos piten mal, sí de árbitros que nos traten mal".

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