fútbol segunda división b

No digas que fue un sueño

Míchel Alonso y Manuel Seoane, flanqueados por Pablo Antas y Diego Diz, respectivamente.
photo_camera Míchel Alonso y Manuel Seoane, flanqueados por Pablo Antas y Diego Diz, respectivamente.

El Rápido sumó su primer triunfo pero ahora debe marcar la hoja de ruta y acordar un rol con Míchel Alonso 

El Rápido de Bouzas puso fin el pasado domingo en Salamanca a dos meses de pesadillas. Ocho partidos sin ganar y sin marcar y un único punto que dejaron a Jorge Otero apartado del equipo –que no destituido–. Míchel Alonso, el director deportivo del club, dirigió al conjunto aurinegro en El Helmántico, donde consiguió su primer tanto del curso y con él, la primera victoria. De repente, la pesadilla se había convertido en el más dulce de los sueños, uno de esos por los que merece la pena dormir sin límite, para que no se acabe nunca.
Pero la vida no permite a nadie dormirse en los laureles –nunca mejor dicho– y el fútbol mucho menos. Por eso, tras disfrutar de la primera noche plácida del curso, el despertador ha sonado en el Baltasar Pujales. Míchel Alonso ha dejado claro su voluntad de regresar a su puesto una vez se solucione el contencioso con Otero –están negociando su despido– y se fiche un entrenador. "Mi idea es que esta situación sea provisional, pero no es una cosa solo mía, sino también del club, que sigue pensando en convencerme", recalca Alonso.
Así es. A Manuel Seoane le gustaría que el ferrolano se quedase como técnico definitivo. "Yo quiero que siga. Sobre todo porque lo va a hacer bien, pero también porque es una buena opción económica para el club", explica el presidente.
El caso es que hasta que la situación de Otero no se solucione, el club de Bouzas tiene paralizada la contratación de su posible sustituto. Mientras tanto, Míchel Alonso  sigue entrenando al equipo. "Contra el Guijuelo se va a sentar en el banquillo al 100% y contra el Fabril, al 80%", añade Seoane.
El director deportivo y por el momento técnico del Rápido, en cambio, evita pronunciarse sobre una fecha para terminar su etapa en el banquillo. "Provisional es provisional. Puedo llegar al domingo (los boucenses reciben al Guijuelo a las 17:30) o no", matiza.
En lo que ambos concuerdan es en que, pese a la rumorología, todavía no se ha barajado ningún nombre para dirigir al equipo en lo que queda de temporada. "Por el momento no hay ningún nombre", sentencia Seoane. Alonso lo confirma, pero desvela una condición para el posible futuro entrenador: "Nadie ha hablado con nadie. Yo tampoco. Pero como profesor de táctica de la Federación que soy, el que venga tiene que ser de Galicia".
La realidad es que la entidad aurinegra, personalizada en su presidente, va a intentar agotar todas las vías posibles para tratar de convencer al ferrolano de que se su puesto provisional se convierta en definitivo y lleve las riendas del equipo hasta final de curso. Sin mostrarse inflexible, Míchel se mantiene en sus trece. Ni siquiera una serie de resultados positivos le harían cambiar de parecer. "Tuve ofertas para entrenar y decidí declinarlas para asumir la dirección deportiva del Rápido. Y no es una cuestión de que me anime haber ganado. Yo vine aquí a desempeñar una función y quiero volver a hacerla", proclama Alonso. Pero en fútbol, a veces hay que sacrificar lo individual por lo colectivo. La resolución del tira y afloja aurinegro, en el próximo episodio.n

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