El presidente del Celta, Carlos Mouriño, acompañó a Unzué en su despedida y reconoció que se trataba de "un acto emotivo, doloroso y difícil" por "el compromiso mostrado por un entrenador que deja aquí muchos amigos. Esta siempre será su casa".
Mouriño explicó los motivos por los que decidió no prorrogar la relación con un técnico que estaba llamado al dirigir al Celta durante varios años. "Nosotros tomamos la decisión analizando lo que está pasando, pero consideramos claves algunos partidos de los que jugamos fuera, en los que vimos el equipo un tanto plano. Y creemos que eso es lo peor que puede pasar en un equipo de fútbol", afirmó el presidente, que aseguró que la continuidad de Unzué no se debió exclusivamente a los malos resultados: "Si lo analizamos, es un poco de cada cosa. Hay resultados que no se han dado y hay momentos en los que el fútbol no había llegado. El análisis era si podíamos continuar o no, y cuando se lo comunicamos todavía había posibilidades de entrar en Europa, por lo tanto no dependió de unos resultados sino de un conjunto que veíamos que no era el adecuado".
Asimismo, Mouriño señaló que "cuando vemos que lo que pretendíamos no lo podemos conseguir, tomamos decisiones. Son decisiones penosas, dolorosas, pero nosotros tenemos que estar pendientes del Celta, hacer lo que creamos mejor para el club, y esto ha sido algo de mutuo acuerdo, pero comunicado por nosotros".
Por último, el dirigente céltico aseguró que todavía no ha encontrado al sustitudo de Unzué. "Rotundamente, no", dijo Mouriño.
