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Construir un estadio fuera de Vigo

Carlos Mouriño, ayer en el Círculo de Empresarios de Galicia.
photo_camera Carlos Mouriño, ayer en el Círculo de Empresarios de Galicia.

El Celta presenta otra propuesta si no logra comprar Balaídos y Abel Caballero reitera que éste no se venderá

Carlos Mouriño, presidente del Celta, puso ayer sobre el tapete otra propuesta para garantizar el futuro del Celta y evitar su venta a un grupo empresarial chino: construir un nuevo estadio en uno de los "municipios de los alrededores" de Vigo, enclave que también barajaría para la nueva ciudad deportiva. El máximo accionista de la entidad afirmó en un desayuno en el Círculo de Empresarios de Galicia que se plantea esta posibilidad ante la negativa del Concello de Vigo a venderle al club el estadio de Balaídos, negativa que ayer mismo reiteró el alcalde, Abel Caballero, quien sí insistió en que dicha instalación municipal "está a disposición del Celta gratis".
El máximo mandatario del Celta aseveró ayer que "no hemos puesto en venta el club", aunque sí admitió "una oferta" que ya habría dados los dos primeros pasos: la presentación por escrito para ver si es valorable y el ingreso en un banco de un aval –"pusieron más cantidad de lo ofertado"–. Con todo, sentenció que no se ha producido "ni la más mínima firma ni ningún compromiso verbal" con dicho grupo empresarial.
Por otro lado, tras asegurar que "lo más cómodo para mí y un magnífico retiro" sería la venta, se mostró dispuesto a seguir y defendió la idea de que el club necesita "más arraigo con la ciudad. Porque el único que tiene ahora es sentimental y los sentimientos se mueren si no llevan algo más sólido detrás". En este sentido, advirtió, por un lado, de la pérdida de referentes que está sufriendo la ciudad y, por otro, del contexto de compra-venta de equipos de fútbol en Europa. "No soy alarmista, soy realista", aseguró al referirse a la posibilidad de una posible compra con posterior deslocalización del club, mentando incluso el nombre del millonario Carlos Slim. En ese punto, dijo que "como vigués y como celtista no me puedo quedar cruzado de brazos. Vamos a seguir estando en la pelea".
Mouriño encuadró en esa necesidad de arraigo y de estabilidad la propuesta de compra de Balaídos, cifrando incluso "hipotéticamente" dicha adquisición en 40 millones. El presidente afirmó que, por encima de cuestiones legales, "si hay voluntad política" se puede realizar tal operación e insistió reiteradamente en que "lo único que pedimos son permisos" con la única motivación de "poner candados" a un futuro comprador para que "no se mueva de Vigo".
En este punto, calificó de "mentira" la afirmación de que el Celta dispone de Balaídos porque "sólo sirve para jugar al fútbol" y enumeró proyectos que, desde su punto de vista, le ha echado abajo el Concello de Vigo: "Todo lo que queremos hacer se niega sistemáticamente". Habló entonces de hasta tres conciertos que el Celta quiso organizar –Maná, U2 y Los Suaves–; de la desaparición de la grada de Tribuna de la tienda y la cafetería; de la frustrada compra del cine Fraga como sede al no permitírsele abrir una tienda; de las ciudades deportivas en Bembrive, Valladares y en la antigua fábrica de Álvarez; y de la universidad del deporte en la finca de San Roque, en donde solicitaron realizar un aparcamiento y en la que cederían la titularidad de un edificio al Concello a cambio de la concesión.
En este contexto, mostró su disposición a recurrir a "algún ayuntamiento limítrofe que pueda facilitar los terrenos" tanto para la ciudad deportiva como para la construcción de un estadio, sin entrar a valorar cómo se sufragaría. "Me daría pena como vigués, pero no nos debe dar miedo", concluyó.

El Concello y los conciertos
El Concello sólo quiso ayer salir al paso de los supuestos conciertos no permitidos, asegurando que del de U2 no tuvo constancia alguna y que en los otros dos casos, correspondía a la Xunta de Galicia dar la autorización como gran evento.

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