El presidente pidió facilidades al Concello y propuso adquirir y reformar el Colegio Hogar
Carlos Mouriño está a punto de cerrar un gran negocio con la venta del Celta al Citic Group chino por unos 150 millones de euros, pero el empresario vigués tiene ya en mente nuevos proyectos en la ciudad. El todavía presidente del club vigués solicitó en una reunión reciente con el alcalde, Abel Caballero, facilidades para la adquisición de terrenos para la construcción de un centro comercial. A cambio, Mouriño aseguró que le compraría el Colegio Hogar a Abanca para reformar las instalaciones y abrir allí una escuela de fisioterapia y una escuela de formación para jugadores de categorías inferiores, un proyecto del que a su modo de ver se beneficiaría la ciudad. No obstante, la respuesta inicial del alcalde ha sido por el momento negativa, por lo que Mouriño tendrá que explorar otras vías si quiere sacar adelante su proyecto.
Hace unos meses, el presidente del Celta realizó una charla con un grupo de empresarios en Vigo en la que relató cómo llegó a abrir el primer centro comercial de Campeche, el estado mexicano en el que vivió durante años, donde se convirtió en un exitoso hombre de negocios y donde todavía reside su familia, ahora con sus hijos al frente de su conglomerado empresarial. Años después, Mouriño planea abrir un centro comercial en Vigo y para ello solicitó la colaboración del Concello. En una reunión con el alcalde, propuso varias alternativas a Abel Caballero –entre ellas una en Cabral– y a cambio ofreció la compra del Colegio Hogar –con el visto bueno de Abanca– y la reforma de sus instalaciones para ubicar allí una escuela de fisioterapia y una escuela formativa para jugadores de categorías inferiores.
Sin embargo, la propuesta por parte del Concello fue negativa, ante la imposibilidad de llevar a cabo los trámites solicitados por el todavía presidente celeste.
La reforma de Balaídos, adelante
Precisamente, Abel Caballero fue cuestionado ayer en Radio Marca por la reforma de Balaídos. El alcalde aseguró que el proyecto saldrá adelante aunque el Celta cambie de manos. "El estadio no se va a parar. Eso es para el Celta, una institución para los casi 30.000 vigueses que vamos al fútbol y para los 70.000 que lo siguen aunque no vayan al campo. El estadio es una imagen de Vigo y, por tanto, no depende de la dirección. Lo arranqué porque notaba en los aficionados que lo demandaban", indicó el primer edil, que prefirió no opinar sobre la posible venta del club a un grupo de inversión chino. "Ahora empiezo a conocer de la eventual venta, pero quiero ser cauto porque es un tema muy importante, muy sensible, y no quiero aventurar mi opinión hasta conocerlo en detalle. Tengo una gran opinión de Mouriño, pero lo que hacemos lo hacemos para el Celta, que trasciende a su directiva. En cuanto a la venta, si la hubiera, prefiero guardarme mi opinión hasta que conozca en fondo los detalles", explicó el alcalde de Vigo, que aseguró que la cubierta de Tribuna estará instalada en noviembre.n
