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De Moscú a Tokio 2020

Gabriel Campo Pavón y Rubén Millán aterrizaron ayer en Peinador con las medallas de plata conquistadas en el Europeo de Moscú.
photo_camera Gabriel Campo Pavón y Rubén Millán aterrizaron ayer en Peinador con las medallas de plata conquistadas en el Europeo de Moscú.

Campo y Millán inician con su plata en el Europeo el camino a los que deben ser sus Juegos

Gabriel Campo Pavón y Rubén Millán aterrizaron ayer en Vigo con las relucientes medallas de plata que consiguieron el pasado domingo en el Campeonato de Europa de Moscú en la modalidad de K-2 500 metros. 
Felices por el metal obtenido en una distancia que no es la suya -su preparación se centra en los 1.000 metros y en esa prueba acabaron quintos el sábado–, los palistas del Kayak Tudense confían en que éste sea el inicio de un exitoso camino hacia los Juegos de Tokio 2020, después de quedarse fuera de los de Río en el Mundial del año pasado y en el preolímpico de Duisburgo, el pasado mes de mayo.
"Nuestro proyecto va enfocado a crecer año a año y a Tokio llegaremos con la edad idónea para este deporte, por lo tanto creo que estaremos mucho mejor en esos Juegos de lo que llegamos a estos", afirma Campo Pavón.
"Es un chasco grande no poder estar en Río porque el nivel que estamos dando este año es para estar en la final de los Juegos y hacer un buen papel, porque dentro de dos meses podríamos estar incluso mejor que ahora", añade Millán, que reconoce que "nos fastidia no ir a Río porque estuvimos muy cerca, pero este año ya hemos competido para coger esa experiencia que nos faltó en el Mundial de 2015, donde perdimos la clasificación por falta de experiencia. Competir internacionalmente nos ha dado cada vez más confianza. Cuando llevas poco tiempo trazas un plan y si no te sale, te hundes, algo que nos pasó en el Mundial y que se evita con la experiencia".
En eso coincide con Gabriel Campo, que considera que "en el Mundial pecamos de inexpertos y ahí estuvo la clave. Cuando acabamos la temporada nos paramos a analizar un poco todo el proceso: los tiempos, los márgenes que hay entre unos rivales y otros, y creo que el año pasado si hubiésemos hecho la regata que realmente sabemos hacer, ahora mismo estaríamos preparándonos para ir a Río. Pero no pudo ser y en el preolímpico es muy complicado clasificarse porque sólo hay una plaza y siempre suele salir un barco que luego consigue medalla en los Juegos, pero seguimos convencidos que podemos dar más ya y el año que viene queremos luchar por una medalla en el Mundial".
De momento, ambos cuentan ya con el plata en el Europeo. "Teníamos medido cómo debíamos hacer la regata. Competíamos contra rivales fuertes, que ya tienen medallas olímpicas en esta distancia, e hicimos lo que sabemos, que es salir fuerte y en la mitad de la prueba subir con las fuerzas que nos quedan. Y al final fue la estrategia perfecta para sacar esa plata", explica Campo Pavón, que destaca que "también es verdad que pudo perjudicarnos algo la calle por la que corrimos, dado que el viento entraba lateralmente y a las calles pegadas a la grada les favorecía un poco. Los eslovacos venían por la calle seis y creo que incluso podíamos haber conseguido el oro".
Y eso que los palistas del Kayak Tudense apenas pudieron ver el transcurso de la regata. "La verdad es que no levanté la cabeza en toda la carrera para ver cómo estábamos. Me fijé al final que habíamos sido segundos, pero sí que creímos que era posible el oro. Durante la regata vimos que los rusos, que venían justo pegados a nuestra a calle, se venían abajo, que no aguantaban el arreón, y sabíamos que íbamos delante, pero no en qué posición", indica Campo Pavón.
"A falta de 50 metros nos pusimos casi en paralelo con los eslovacos, pero flojeamos un poco al final y ahí nos metieron 200 milésimas, que son 20 o 30 centímetros, apunta Rubén Millán.
Aunque la plata llegó en K-2 500, la pareja del Tudense seguirá centrándose en la distancia de 1.000 metros. "Es nuestra prueba y el día anterior quedamos quintos y muy cerca de tres embarcaciones que fueron medalla en el Europeo del año pasado y dos que fueron medalla en el Mundial. Estar a tan poco margen de ellas nos da confianza para seguir con el proyecto del 1.000", sentencia Campo. n

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