La grada de Río sigue en su proceso de renovación cuando Balaídos se dispone a acoger este domingo su último partido del año, que enfrentará a Celta y Villarreal.
Las actuaciones van avanzando y estos días se ha podido apreciar como la mitad de la malla sobre la que irá la cubierta había regresado a su sitio, tras haber tenido que retirarla por el problema habido con algunas de las piezas de la estructura. Las grúas prosiguen sus labores, pero el graderío carecerá de cubierta en el choque del domingo.