El Choco superó con claridad al Polvorín en Santa Mariña, donde se mantiene invicto
Cuenta el mito griego que Zeus castigó al titán Prometeo por robar el fuego divino para los humanos condenándole a pasar la eternidad encadenado mientras, por el día, un águila le devoraba el hígado, que volvía a crecer por la noche. En esa especie de contradicción vive el Choco, que ayer volvió a ganar en Santa Mariña, esta vez a costa del Polvorín, para confirmar que como en casa, en ningún sitio. Los de Gonza Fernández no han perdido como locales y, de hecho, sus ocho puntos los sumaron en Redondela. En la otra cara de la moneda están los duelos a domicilio. El conjunto choqueiro ha perdido en todas sus salidas para confirmar que tiene dos caras. Pero ese problema es para la próxima semana, cuando visite al Céltiga.
En lo referente al duelo de ayer, Cora emergió con su primera gran actuación como rojillo. Y eso que la cosa había empezado mal, con la maldición de los ex de nuevo. Si hace siete días fue Róber el que le hizo un gol al Choco, esta vez le tocó el turno a Escobar, que el año pasado necesitaba infinidad de ocasiones para marcar y ayer enchufó la primera que tuvo.
Los locales no se desanimaron y Comis empató de cabeza a los ocho minutos del segundo acto. Fue el impulso que necesitaban. Se fueron arriba y Cora anotó dos goles consecutivos que dejaron los tres puntos en Redondela.
Choco:
Cortegoso; Nacho, Chisco, Aitor Cañedo (Miguel Fiuza, min. 87), Xian; Comis, Alberto Suárez, Caloi; Gabri, Félix (Davicín, min. 67), y Cora (Zamo, min. 84).
Polvorín:
Cacharrón; Varo (Pablo Rey, min. 82), Pedro López, Matías, Manu Mariña (Morais, min. 84); Álex Rey, Javi Rey, Gustavo, Porrúa (Juan Brunet, min. 67); Escobar y Rayco.
Goles:
0-1, min. 23: Escobar; 1-1, min. 53: Comis; 2-1, min. 77: Cora; 3-1, min. 82: Cora.
Goles:
Castro Alarcón (A Coruña). Amonestó con tarjeta amarilla a los locales Chisco, Aitor Cañedo y Alberto Suárez y a los visitantes Rayco, Porrúa y Escobar.
