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El milagro de Patxi Salinas

Patxi Salinas se hizo cargo del Burgos después de ascender al Rápido de Bouzas a Segunda B.
photo_camera Patxi Salinas se hizo cargo del Burgos después de ascender al Rápido de Bouzas a Segunda B.

El Burgos no ha encajado ni un gol en ocho jornadas y está en promoción de ascenso

Patxi Salinas obró un milagro la temporada pasada en Bouzas, al ascender al Rápido a Segunda B por primera vez en su historia, y ahora está obrando otro en Burgos. El exjugador del Celta se hizo cargo este verano del histórico conjunto burgalés, que venía de disputar la promoción de permanencia en Segunda B, y lo ha situado en puestos de 'play-off' de ascenso después de ocho jornadas en las que no ha recibido ni un solo gol. El Burgos es el único equipo de categoría nacional que sigue imbatido junto con el Cacereño, del Grupo 14 de Tercera División, y la ilusión se ha desatado entre la afición burgalesa.
"Ha sido un inicio espectacular y estamos encantados. El equipo el año pasado peleó por no descender y ahora estamos en posiciones privilegiadas, así que estoy muy contento", explica Patxi Salinas desde la localidad castellano-leonesa. 
El Burgos ha pasado por múltiples sinsabores a lo largo de su historia. Militó seis temporadas en Primera y diecisiete en Segunda entre 1952 y 1982, pero sus problemas económicos le abocaron a la desaparición. Refundado como Burgos Club de Fútbol en 1994, en tres años se plantó en Segunda B y en 2001 subió a Segunda, pero un año después perdió la categoría por una cuestión administrativa. Desde entonces, no ha pasado nunca de la categoría de bronce y el año pasado coqueteó con un descenso a Tercera que ya sufrió en 2008 y 2012. Pero el equipo se salvó en la promoción de permanencia y ahora, con Patxi Salinas al frente, vuelve a mirar hacia arriba. "Siempre que voy a un club lo hago con la máxima ilusión. También lo hice el año pasado en el Rápido de Bouzas. Cuando afrontas un reto creo que tienes que ir pensando en conseguir unas metas y unos objetivos importantes", explica el técnico vasco afincado en Vigo. "Cuando me ofrecieron venir al Burgos, sabía que venía a un equipo que había peleado por no descender, pero también a un club histórico donde se podían hacer las cosas muy bien. Ni me lo pensé porque sabía que estaba ante un reto importante y la idea es dar lo máximo que pueda. A final de temporada, en función de cómo hayas trabajado, estarás arriba o abajo", añade.
El Burgos es tercero en el Grupo 2 de Segunda B después de ocho jornadas en las que no ha recibido ni un solo tanto. Ganó cinco partidos por 1-0 y empató tres sin goles. "En todos los equipos en los que he estado hemos encajado pocos goles. De hecho, el año pasado en el Rápido ya fuimos los menos goleados también. Me gusta que los equipos estén bien trabajados defensivamente, que cada uno sepa lo que tiene que hacer y que no concedamos opciones al final. Si te tiran poco, a nada que hagas ganas muchos partidos", destaca Patxi Salinas, que no considera que su equipo sea especialmente defensivo: "También hemos tenido mala suerte porque hemos dado cuatro palos en cuatro partidos diferentes y hemos hecho muchas ocasiones. Juego con un 4-4-2, con más delanteros que ninguno. La gente suele jugar con 4-4-1-1, 4-2-3-1... Yo siempre he jugado con dos delanteros centros. En Ourense, en Bouzas y aquí. Y luego tengo dos jugadores por banda, uno de ellos Youssef (que se fue con él de Bouzas a Burgos, igual que el portero Diego García), que son meramente ofensivos. Lo que pasa es que el equipo está bien organizado y los delanteros también tienen que defender, no sólo atacar", apunta.
Salinas asegura que está viviendo en Burgos la prolongación de un sueño que comenzó el curso pasado en Bouzas. "Hice buenas temporadas en Ourense o Barcelona, pero la del año pasado fue muy llamativa por los escasísimos medios que teníamos y la campaña tan brutal que hicimos en Bouzas. Fue un sueño muy largo, de casi un año, y ahora está teniendo continuidad. Llegas a un club que ha jugado la promoción para no descender y en dos meses hemos conseguido darle la vuelta a todo eso. La gente ha recobrado la ilusión, las ganas de volver a El Plantío y se han hecho el doble de socios que el año pasado", valora Patxi, que aboga por la cautela. "Veo demasiada euforia. Para conseguir objetivos, hay que ir domingo a domingo y con mucha humildad. Pero la gente en Burgos está como loca. 5.000 personas los domingos en el campo, nos acompañan unas 500 personas fuera de casa y ya habla todo el mundo de jugar el 'play-off' y ascender, pero eso está muy lejano. Empezamos bien, pero la plantilla es muy corta y la liga es muy larga", concluye Patxi, "contento y sorprendido" con la temporada que está haciendo el Rápido: "Tiene mucho mérito".n

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