El Guardés volvió a caer con claridad ante el Byasen y queda eliminado de Europa entre los vítores de A Sangriña
El sueño europeo del Mecalia Atlético Guardés duró, como el año pasado, una sola eliminatoria. Pero igual que aquella primera experiencia continental dejó un buen sabor de boca en el conjunto del Baixo Miño, la que ayer cerró ante el Byasen Trondheim con otra derrota en el choque de vuelta quedará para el recuerdo, pues el pabellón de A Sangriña ha vivido un fin de semana para la historia al acoger los dos encuentros.
Los cinco goles de desventaja del partido de ida del sábado no parecían infranqueables de inicio. Por eso, la internacional del conjunto local Naiara Egozkue, que no pudo jugar el primer encuentro por problemas físicos, quiso sumarse al esfuerzo colectivo. Una entrega a tener en cuenta, sabiendo que está convocada con la selección española de forma inminente para preparar el Mundial.
Suyo fue el primer gol del partido, con las gradas de A Sangriña todavía creyendo. Pero las propias imprecisiones y el acierto del Byasen al contragolpe –era bien sabido que es una de sus armas fundamentales– hizo que la soñada remontada se pusiese muy cuesta arriba desde el arranque. Porque del 1-0 se pasó a un 1-6 que situaba el muro a saltar el doble de alto de lo que estaba antes del comienzo, pues había que remontar nada menos que diez goles.
Ese parcial de inicio mediatizó ya el resto del choque. Porque el Guardés no renunció a, al menos, pelear por la primera victoria europea de su historia, pero el Byasen pudo manejar con mucha tranquilidad el encuentro, llegándose en la primera parte a rentas de hasta seis goles (4-10, 5-11, 6-12 o 10-16) y nunca bajando de los cuatro. Al descanso, el 12 -17 convertía el pase de ronda en una utopía.
Entre otras cosas porque los problemas físicos volvieron a complicar la vida del Guardés. Sin Cristina Barrios ni Nuria Benzal de salida, durante el choque se fueron cayendo las dos porteras habituales del primer equipo: Cristina Maestro lleva semanas con problemas en un hombro, mientras que Irene Sánchez se hizo daño en un cuádriceps y tuvo que dejar la pista, con lo que toda la segunda mitad la jugó en portería la joven de 18 años Lucía Rodríguez.
Con todo, el ambiente en las gradas hizo que las de Manu Etayo se mantuvieran en el partido. Naiara Egozkue, lejos de reservarse con la eliminatoria ya casi perdida, se mantuvo en la pista y acabó siendo la segunda máxima realizadora del equipo, empatada a cinco tantos con Ana Cerqueira e Isabel Guialo y sólo superada por Alesia Kurchankova con seis.
El Byasen retomó distancias de hasta siete y ocho goles (14-22). Pero en ese momento, un parcial de 4-0 para el Guardés hizo creer que puntuar todavía era posible. Ese 18-22 provocó que el técnico visitante, Claus Mogensen, solicitase un tiempo muerto en el minuto 39 para cortar cualquier intento de remontada. Tras él, parcial a favor de las noruegas de 0-3 para dejar las cosas claras.
A partir de ahí, el partido entró en un intercambio de goles sin demasiado control y las rentas visitantes fueron de un máximo de nueve goles (21-30) a un mínimo de tres (31-34) a poco de acabar el partido. La historia terminó.
Mecalia Atlético Guardés:
Cristina Maestro, Irene Sánchez, Lucía Rodríguez, Ana Cerqueira (5), Naiara Egozkue (5), Estela Doiro (4), Inés Hernández (1), Alesia Kurchankova (6), Isabel Guialo (5), Anthía Espiñeira (1), Arima López (1), Liliana Da Silva, Juliana Machado (2), Teresa Ferreira, Laura Morais (1).
Byasen Trondheim:
Ingrid Odegaard, Maren Aardahl (5), Kristin Venn (6), Maren Gundersen (7), Vera Bekken (4), Astrid Holstad (8), Andrea Pedersen, Emilie Arntzen (1), Marit Jacobsen (1), Ida Marie Hernes, Maria Hjertner (1), Marthe Dyrdal (1), Marte Pedersen (1), Jenny Groetan.
Árbitros:
Robin Sager y Stefan Styger (Suiza). Excluyeron a las locales Inés Hernández y Teresa Ferreira y a la visitante Maren Gundersen.
Incidencias:
Partido de vuelta de la tercera ronda de la Recopa de Europa disputado en el pabellón de A Sangriña de A Guarda , con más de 750 espectadores en las gradas, prácticamente lleno.
