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Más positivo que negativo

El paraguayo Júnior Alonso trata de superar la presión de Leo Baptistado en el encuentro de su debut en el Celta.
photo_camera El paraguayo Júnior Alonso trata de superar la presión de Leo Baptistado en el encuentro de su debut en el Celta.

Los cuatro fichajes del verano que jugaron ayer dejaron un buen sabor de boca al público

Para todos, era su primer partido en la máxima categoría del fútbol español. Y casi todos dejaron detalles interesantes delante de la afición celeste –al menos, de los 16.215 que se personaron en la muy calurosa tarde de ayer en Balaídos– en el que fue primer partido oficial de la temporada. De los siete fichajes realizados por el Celta este verano, cuatro dispusieron ayer de minutos y tres de ellos disputaron los 90 minutos del choque: Néstor Araujo, Júnior Alonso y Fran Beltrán. Después, Sofiane Boufal dispuso de unos 20 minutos en la recta final del partido.
Entre todos los mentados, destacó sobremanera Fran Beltrán. El joven futbolista no acusó un ápice su inexperiencia en Primera y brilló en el centro del campo. Pero también tuvo un debut feliz Júnior Alonso, y en su caso con el mérito añadido de que únicamente ha realizado tres entrenamientos con el resto del equipo tras su llegada a Vigo el pasado martes. El paraguayo se mostró intenso en la presión, participativo en la circulación y decidido en la creación. De hecho, de un buen centro suyo nació el gol celeste, aunque el autor fuese el espanyolista David López.
No tuvo una actuación tan reseñable como sus compañeros Néstor Araujo, aunque a su favor hay que decir que se le vio más cómodo que el anterior sábado en el Memorial Quinocho, tal vez porque en esta ocasión ejerció de central derecho y Cabral hizo de izquierdo. Con todo, el mexicano prefiere seguir creciendo poco a poco y con el balón apenas se animó a realizar pases que pudiesen romper líneas. Prefirió no complicarse la vida. Sí se le vio ducho en el cuerpo a cuerpo en el centro del campo, tirando de envergadura. Aun así, se espera más de él.
Ya en la segunda parte, Mohamed dio 20 minutos de juego a Sofiane Boufal. El francés ocupó la banda izquierda y demostró siempre la verticalidad que se le presupone, con un fuerte uno contra uno. O contra dos. Demostró capacidad de desequilibrio aunque no de finalización.n

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