Celta

Mal planteamiento, difícil ejecución

Santiago Jaime Latre, árbitro del encuentro, muestra la tarjeta roja directa a Boudebouz tras la fea entrada del céltico a Borja Mayoral.
photo_camera Santiago Jaime Latre, árbitro del encuentro, muestra la tarjeta roja directa a Boudebouz tras la fea entrada del céltico a Borja Mayoral.

El extraño planteamiento de Miguel Cardoso, con una dificultad añadida de ejecución para varios de sus futbolistas, facilitó la derrota del Celta ante el Levante ayer en Balaídos.

El día que no podía contar con Maxi Gómez por sanción, ni con Iago Aspas de inicio, el técnico portugués no convocó a ningún delantero del filial y decidió poner al leve Brais Méndez a pelear con dos forzudos centrales. La presión alta del Levante obligó a los celestes a jugar en largo en numerosas ocasiones y el mosense perdió todas las batallas.

Cambio de dibujo
Tras jugar en Getafe con un novedoso 5-4-1, el regreso de Okay llevó a Cardoso a volver a la defensa de cuatro y a un dibujo 4-3-3. El sacrificado en la zaga fue David Costas, mientras que en ataque, el técnico luso suplió al sancionado Maxi Gómez con Boudebouz, aunque al franco-marroquí lo situó en la banda derecha y colocó a Brais Méndez como ariete, con Boufal por la izquierda.

Presión alta y balón parado
En el inicio del encuentro, Celta y Levante se limitaron a esperar al rival, con una presión alta por parte visitante y escasas combinaciones locales. Así, el único amago de peligro en las dos áreas se producía a balón parado, en faltas lejanas y saques de esquina. El equipo vigués no aprovechó ninguna y, en cambio, volvió a mostrar debilidad en una suerte que parecía tener controlada desde la llegada de Cardoso. En el minuto 39, Coke marcó el 0-2 a la salida de un córner al superar a Hugo Mallo en el segundo palo.

Debilidad defensiva
El Celta volvió a mostrar ayer una preocupante debilidad defensiva. En el minuto 19, en la primera combinación del Levante en todo el partido, Rochina filtró un pase para Morales entre los dos centrales celestes y ni uno ni otro pudieron frenar al delantero azulgrana, que batió a Rubén con una perfecta definición.
Inoperancia ofensiva
El Celta apenas generó peligro en el área del Levante. Brais no pudo ganar un solo balón en largo, Boufal emprendió su particular guerra contra el mundo, Boudebouz pasó desapercibido hasta su expulsión y la única solución que encontraron los celestes fueron los disparos desde fuera del área. La única ocasión, clara, al margen del penalti regalado por Jaime Latre, se produjo en el minuto 35 en una combinación que culminó Hugo Mallo con un remate con la izquierda que repelió Aitor.

Señalado, probado y reservado
Con el 0-2 al descanso, Cardoso señaló a Jozabed, al que sustituyó por Lobotka. El técnico luso tenía previsto sacar a Iago Aspas en la segunda parte, pero el 0-3, obra de Morales en otro agujero defensivo, hizo que el técnico reservase al moañés, todavía no en plenas condiciones, para batallas futuras. A cambio, Cardoso dio unos minutos a Jensen, que no jugaba con el Celta desde el año pasado. n

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