El técnico culé apunta que "fue un placer" entrenar al Celta y advierte de su peligrosidad
Luis Enrique Martínez se enfrenta esta tarde-noche al equipo que entrenó la pasada temporada. Y el asturiano, a pesar de su habitual flema, reconoce que no encara de la misma forma este encuentro que éste: "El partido contra el Celta es el más especial para preparar. Me ha resultado extraño, son jugadores que conozco. Es un equipo trabajado, atractivo, muy peligroso. No especula con el resultado, va a por el balón continuamente y no ha perdido fuera de casa. Me alegro mucho de que estén haciendo un inicio tan espectacular".
Preguntado sobre su pasado celeste, el ex céltico alabó al club y se felicitó por su paso por Vigo. "Tengo muy buenos recuerdos del Celta. Es un club muy pequeño pero con valores muy grandes. Fue un placer entrenar a todos los jugadores. La ciudad estaba volcada con el equipo. Le deseo todo lo mejor", reseñó.
En las últimas horas, Eduardo Berizzo, su sucesor en el banquillo celeste, le agradeció la herencia recibida, ya que asegura le ha ayudado al forjar a su equipo. Luis Enrique se quitó ayer cualquier tipo de mérito a este respecto. "Acepto la responsabilidad que tengo en el Celta de la temporada pasada. A partir de ahí, no me atribuyo ningún mérito. Ahora hay otro entrenador", recalcó.
Ya metido en el partido de esta noche de nuevo, el entrenador barcelonista valoró la polivalencia del juego del equipo celeste, ya que dice que "puede jugar asociativo o con desplazamiento en largo para buscar a Larrivey. Es un perfil de equipo peligroso".
Sobre el día a día de su equipo, el asturiano aseguró que no ha tenido que trabajar de forma especial el ánimo de sus futbolistas tras la derrota de la última jornada en el Santiago Bernabéu. "No me ha costado demasiado. Este tipo de derrotas siempre duelen, pero sabemos de la dificultad de estos partidos. Una temporada engloba muchos momentos y estar capacitados para superarlos marca el resultado final. Hay que estar preparados porque es difícil que en una temporada todo sean buenos resultados", explicó.
Abundando en esta tema, el asturiano recordó que su equipo todavía es líder: "La derrota siempre es dolorosa y siempre afecta a todos, pero es que no hay temporada sin derrota y hay que ser consciente de que no podemos vivir siempre en una constante montaña rusa. A día de hoy somos líderes y no tiene sentido que nos hagamos el harakiri por haber perdido el último partido".
Sobre el estado físico de Luis Suárez, Luis Enrique señaló ayer que "lo veo en la misma línea que habíamos comentado estas últimas semanas, en las que estaba entrenando al ritmo de sus compañeros. Ahora tendremos oportunidad de verlo más en los partidos, que es donde se juzga realmente a los jugadores". No quiso confirmar si será titular.
Por último, acerca de la polémica por Mathieu, quien se declaró sorprendido por jugar de lateral en el Bernabéu, dijo que "no tengo nada que hablar con él. No tengo ninguna discrepancia", concluyó el técnico ex céltico.n
