La Federación Gallega de Fútbol elige hoy a su presidente entre estos dos políticos
El Hotel Puerta del Camino en Santiago de Compostela es el lugar y más allá de las 22:00 la hora fijada. En ese sitio y en ese momento, la Federación Gallega de Fútbol conocerá quién será su presidente durante los próximos cuatro años, bien José García Liñares, que dirigió el ente en el último cuatrienio, bien Rafael Louzán, presidente en ejercicio de la Diputación de Pontevedra y que opta por primera vez a tal cargo.
La decisión está en manos de los 151 asambleístas surgidos a su vez del proceso electoral que la conformó el pasado 25 de noviembre en las siete delegaciones en las que se divide el mapa futbolístico gallego. Por lo tanto, las dos candidaturas apuntan a conseguir los 76 votos que otorgarían la presidencia.
De entrada, tanto José García Liñares como Rafael Louzán sostienen que llegan a la cita con apoyos suficientes como para salir elegidos. Un imposible que sustentan en los apoyos de palabra recibidos en las últimas semanas, en las que ambos candidatos y ambas candidaturas han trabajado en la consecución de los apoyos del centenar y medio de asambleístas.
Louzán tiene su nicho de votos definido en la provincia de Pontevedra, mientras que Liñares disfruta de predicamento en la de A Coruña, con la salvedad de la delegación de Santiago de Compostela. En buena medida, desnivelar la balanza entre uno y otro lado dependerá de las provincias de Lugo y Ourense.
La campaña se ha movido en terrenos pantanosos de denuncias cruzadas, la gran mayoría verbales pero alguna concretada. A Liñares se le acusó desde el equipo de Louzán de una gestión 'creativa' del voto por correo, mientras que el coruñés presentó ante la Dirección Xeral de Deportes de la Xunta una denuncia por el uso, a su parecer, de medios y personas de la Diputación de Pontevedra en beneficio de la candidatura de su rival.
Porque de trasfondo se mueve el duelo político entre un candidado del Partido Socialista de Galicia, Liñares –a la sazón alcalde de Cerceda–, y otro del Partido Popular, Louzán –presidente de la Diputación, como queda dicho–. Tal factor ha jugado un gran papel a la hora de cosechar apoyos.
En lo meramente federativo, el debate se ha centrado en la mutualidad, deficitaria y pésima para el equipo de Louzán y perfecta para el de Liñares; los comités, defendidos por el presidente en funciones y duramente criticados por su rival; o cuestiones puntuales como el proyecto de nueva sede en A Coruña, faraónica para uno, armónica para otros.n
