Los célticos con más ruido

Stanislav Lobotka.
photo_camera Stanislav Lobotka.

Será porque ninguno de los dos está en el Mundial de Rusia, pero los dos jugadores del Celta que más sonoridad están alcanzando en el mercado veraniego a nivel internacional son Stanilav Lobotka y Daniel Wass. Mientras otras opciones como las de Jonny Castro o Maxi Gómez se han ido apagando con el paso de los días, los dos centrocampistas se mantienen en la cresta de la ola, aunque en situaciones bien distintas: el Celta cuenta con el eslovaco y sólo se irán si hay un pingüe negocio; con el danés, la relación es más tensa tras no haberse acordado la renovación y también se pedirá dinero, pero mucho menos.
Hoy por hoy, la gran perla en el mercado es Lobotka y el Nápoles su principal pretendiente. Desde Italia sitúan la oferta en el entorno de los 35 millones de euros mientras el conjunto napolitano, con posibles por la superventa de Jorginho, está dispuesto a gastar una cantidad similar en el bético Fabián, que ayer ya pisó terreno italiano. En cualquier caso, la opción del céltico sigue en pie, ya que en su caso supliría a su compatriota Hamsik, dispuesto a seguir su carrera en el fútbol chino.
Con ese camino abierto, ayer desde París se aseguraba que a Antero Henrique, director deportivo del poderoso París Saint Germain, le gusta sobremanera Lobotka. Incluso, se afirma que Thomas Tuchel, nuevo técnico parisino, también forma parte del club de fans del céltico. Si ese gusto se convierte en algo más, obviamente el poderío económico del PSG cambiaría mucho las cosas.

Daniel Wass
En cuanto a Wass, el Valencia lleva tras sus pasos varios meses pero todavía no se ha concretado nada. Mientras tanto, sus representantes lo mueven por otros mercados y en los últimos días ha salido a la palestra el presunto interés del Everton inglés y de la Roma. Hay que recordar que el danés ha mostrado su predilección por seguir jugando en España, por lo que la opción che aparece como las más probable, siempre y cuando se logre convencer a un Celta que amenaza con hacer que el jugador se quede el último año de su contrato.

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