As Lagoas quedó inundado y el árbitro suspendió el partido en el descanso con 34-0
Demasiada lluvia y demasiado viento en muy poco espacio de tiempo. El campo de As Lagoas aguantó los primeros minutos pero, a continuación, terminó por inundarse de forma completa debido a la fuerte lluvia que azotó el partido entre el Blusens Universidade de Vigo y el Quesos Entrepinares B.
El colegiado del encuentro Belarmino Álvarez optó por la suspensión del enfrentamiento en el tiempo de descanso tras las reiteradas peticiones del equipo visitante. De hecho, el conjunto vallisoletano, a través de su capitán, manifestó durante los últimos minutos del primer acto su intención de parar el partido porque el terreno de juego, la lluvia torrencial y el fuerte viento impedían el desarrollo normal del encuentro.
Tras los primeros cuarenta minutos, se produjo una reunión en el vestuario y el árbitro entendió que en aquellas condiciones no podría continuarse con la disputa del enfrentamiento en lo que supuso el único aplazamiento en la última década de un partido del Vigo Rugby en el campo de As Lagoas. Curiosamente, tras decretarse la paralización, mejoraron las condiciones meteorológicas, pero el campo presentaba un estado completamente impracticable y, además, no cumplía la reglamentación. Una de las bandas se encontraba totalmente inundada e impedía que se distinguieran las líneas. Poder diferenciar los limites del campo es una condición imprescindible para poder jugar un partido de rugby según establece el reglamento.
Victoria parcial viguesa
En los próximos días será el comité de competición el que estime si se retoma un enfrentamiento que parecía completamente decidido en el intermedio. Mientras se pudo jugar al rugby, durante los primeros quince minutos, el Blusens Universidade aprovechó el viento a favor para anotar tres ensayos que rompieron el partido.
Posteriormente, y ya sobre unas condiciones meteorológicas muy complicadas por al fuerte lluvia y el viento, posó tres veces más el oval. Mientras, caían los lesionados, tres en el equipo visitante y Filgueira en el vigués. Día duro.
