El factor A Sangriña impulsa al Guardés ante un mermado Bera Bera
Es atrevido afirmarlo con solo tres jornadas disputadas, pero hay partidos que deciden ligas. Y el de ayer, en A Sangriña, es de los que marcan el devenir del campeonato. Se enfrentaban los dos máximos candidatos al título y el Guardés sacó la raza del campeón para doblegar al Bera Bera, que se quemó en el fuego de 'O Inferno'. A Sangriña pasa por ser el pabellón con más presión ambiental de la liga y, de nuevo, no falló. Tampoco lo hicieron las pupilas de José Ignacio Prades, que ejercieron de gasolina para propagar las llamas sobre un conjunto donostiarra que echó de menos a varias apagafuegos, especialmente a la MVP Silvia Arderius.
Pero no hay lugar para la piedad en las entrañas del averno y las diablesas de Prades comenzaron a infligir una tortura tras otra a sus condenadas. La defensa 5:1 inutilizaba los ataques vascos y generaba muchos goles fáciles a la carrera. Y cuando no podía correr, el Guardés sumaba de la mano de Estela Doiro, excelsa en la dirección.
Un parcial de 7-2 entre el final del primer acto y el inicio del segundo desniveló la balanza y la otra Estela, Carrera, la blindó entre palos. La meta ilicitana tumbó cualquier atisbo de reacción con una actuación imperial. Sus compañeras hicieron el resto para dejar líder en solitario a un Guardés insuperable en su 'Inferno' particular.
