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Leyendas como niños

Los últimos metros de la prueba serán sobre una rampa de empedrado.
photo_camera Los últimos metros de la prueba serán sobre una rampa de empedrado.

A Guarda acoge el sábado la carrera Viejas Glorias con final en Santa Trega y sin equipos

Viejas Glorias. Una carrera para veteranos, amigos y de confraternización. Y también una prueba sin táctica, propia de citas para edad cadete porque no existen equipos, es totalmente individual. 
Así lo explicó Roberto Portela, el auxiliar del Manzana Postobón, que organiza este año la cita, de carácter itinerante: "Lo hacemos sobre un circuito en el centro de 1,4 kilómetros al que daremos quince o veinte vueltas y después subimos al Monte Santa Trega para hacer el final allí. No hay ningún equipo, es totalmente individual". 
El evento es especial por varios motivos. Uno de ellos es la propia configuración de la competición y otro es el carácter itinerante. Cada año cambia de escenario y sirve para reunir a los veteranos del ciclismo gallego de varias generaciones, muchos de ellos que pasaron por el pelotón profesional. Estarán en la localidad de la desembocadura del río Miño Óscar Pereiro, Álvaro Pino, Ezequiel Mosquera, Moisés Leboso, Gustavo Domínguez, Gonzalo Aguiar o José Ramón Troncoso, entre otros. La participación estimada es de 50 ciclistas, a falta de cerrar por completo los inscritos. 
En el plano puramente competitivo, Roberto Portela incluyó en los últimos metros de la prueba un tramo sobre empedrado de 200 metros, que conduce a la cima del Monte Trega y que se corresponde con un vía crucis. Algún que otro participante hará un particular peregrinaje por los duros metros finales. 
La salida está prevista a las 17:30 horas y el final será, aproximadamente, una hora después en la cima del monte, con unas hermosas vistas sobre el océano Atlántico, el norte de Portugal y la desembocadura del río Miño.
La carrera Viejas Glorias, una de las más antiguas del calendario gallego, también sirve como una jornada de confraternización entre la familia del ciclismo autonómico que tiene marcado el día para reu-nirse con conocidos y disfrutar de la bicicleta y la compañía. De hecho, tras la prueba se celebra una cena a la que acuden los distintos participantes. 
Roberto Portela cuenta con la colaboración del Club Ciclista O Rosal para toda la organización del evento. El auxiliar tiene abierta una clínica en la localidad e A Guarda, que compatibiliza con su tarea en el pelotón profesional de ciclismo, el último año en el Manzana Postobón de Colombia. Dada su experiencia, la utiliza para confeccionar una prueba atractiva para los participantes y los espectadores.n

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