Espera jugar ante el Eibar y conocer por primera vez la sensación de medirse a un exequipo
David Juncá ha tenido un arranque en Vigo marcado por los problemas físicos. Su tobillo izquierdo ha recibido golpe tras golpe y le ha impedido hacerse con seguridad con el puesto de titular en el lateral izquierdo, en el que ha alternado con Júnior Alonso. De hecho, en el último encuentro se vio desplazado del once por el internacional paraguayo. Ahora, el de Girona confía en recuperar su sitio para el encuentro del sábado ante el Eibar, especial para él ya que por primera vez en su carrera profesional se enfrente a un exequipo.
El céltico aterrizó en Vigo para firmar por cinco temporadas el pasado verano, aunque tenía acordado el traspaso desde los primeros meses del año, cuando todavía militaba en el conjunto eibarrés y cuando el club vigués ya preveía la salida de Jonny Castro, el lateral izquierdo de las últimas campañas. En el conjunto vasco pasó las tres últimas campañas, siempre bajo las órdenes de José Luis Mendilibar y siempre en Primera División, categoría en la que debutó en el bloque eibarrés a su llegada con 22 años.
Porque Juncá se formó en las canteras de Barcelona y Girona, club este último que lo promocionó al primer equipo estando todavía en edad juvenil. Con 18 años debutó en Segunda y fue ganando peso en un conjunto que comenzaba el proyecto que acabaría con el ascenso a Primera, jugando una promoción en el curso 14/15 que no cuajó.
Con todo, Juncá sí ascendería al fichar por el Eibar y en su primer año lo jugó casi todo (33 partidos). Pero en las dos siguientes campañas bajó su protagonismo, pasando en ambas por un periodo de baja por lesión mediado el curso.
Su desempeño en Ipurua le valió a Juncá para convencer a la dirección deportiva celeste. Ahora, confía en hacer lo propio con Antonio Mohamed para pasar por una experiencia que nunca ha vivido.n
