Berizzo debe decidir si repite en Anoeta la apuesta del año pasado en Vallecas por los suplentes
Eduardo Berizzo, técnico celeste, quería un mediapunta en el mercado invernal cuando todavía contaba con Fabián Orellana. Ahora que el chileno ultima su salida tras el desencuentro con el entrenador argentino, éste sigue anhelando lo que él llama un diez. Y parece que ese papel no lo asumirá el único refuerzo invernal hasta la fecha, Jozabed Sánchez, al que el responsable del banquillo vigués ya definió en su día como interior.
Fiel a esas palabras, Berizzo dispuso ayer un equipo con los suplentes o no convocados en Copa ante el Real Madrid y el ex del Rayo formó haciendo pareja de meciocentros con Pape. En la mediapunta se desempeñó, mientras, Josep Señé. El mercado, pues, todavía tiene que proveer del deseado diez del entrenador celeste, aunque si la marcha de Orellana se produce antes quedaría libre una ficha de extranjero y aumentaría los objetivos célticos.
Mientras, el entrenador celeste tendrá que determinar hoy si ante la Real Sociedad realiza muchas rotaciones tirando de poco habituales como Jozabed, Planas, Pape o Lemos, o si obliga a un sobreesfuerzo a titulares que se antojan claves el miércoles en Copa ante el Real Madrid. El año pasado, en Vallecas en el medio de la eliminatoria con el Atlético, la apuesta por suplentes fue contundente y se perdió 3-0.
