Cuando todo parecía indicar que Bongonda se iba a apagar, va el belga y se enciende para brillar
Cuando todo parecía indicar que la mecha se iba terminando, que el regreso de Orellana y la mejor forma de Guidetti lo iban a apartar del equipo ideal, que había dejado escapar la oportunidad dada por Berizzo de hacerse con la banda izquierda del ataque tras la marcha de Nolito. Cuando todo pintaba a que Bongonda se apagaba, va el belga y se enciende.
Tanto brillo dio que hasta el técnico rival, Víctor Sánchez del Amo, varió su apuesta inicial en el descanso para tratar de frenarlo. Una muestra más que evidente del peligro que generó el joven céltico por su banda, especialmente en la primera parte pero también, de forma puntual, en la segunda.
Bongonda demostró técnica para controlar el balón, velocidad para conducirlo, habilidad para superar a los contrarios y sabiduría para coordinarse con sus compañeros. Los dos primeros goles del Celta tuvieron en él un protagonista fundamental. Acabó cansado, pero satisfecho.n
