Sergio Álvarez y Mathias Jensen pasaron a última hora de la tarde de ayer por la tienda del Celta en la sede de Príncipe para firmar allí autógrafos y fotografiarse con los aficionados que se acercaron.
El de Catoira ejerció de cicerone del danés, que ultima su puesta a punto física tras haber tenido un arranque como céltico marcado por las lesiones. De entrada, ya conoce al celtismo de primera mano.