Abel Caballero insiste en que el equipo jugará en Balaídos, cuyas obras "van como una moto"
La distancia entre Celta y Concello, separados en los últimos meses en posturas enfrentadas, no parece menguar. Al menos, en cuanto a las declaraciones públicas de sus máximos representantes: el presidente del club, Carlos Mouriño, y el alcalde de Vigo, Abel Caballero. Este último envió ayer varios mensajes, más o menos directos, al máximo accionista de la entidad celeste defendiendo la idoneidad de las obras del estadio de Balaídos, el visto bueno que le dio a las mismas Mouriño y su convicción de que el Celta seguirá jugando en Vigo y en su actual estadio, postura que asegura comparten todos los vigueses.
En declaraciones a Radio Marca, el alcalde envió un primer recado a Mouriño sin nombrarlo, como en la mayoría de sus intervenciones. "Hubo momentos en los que hubo que defender al Celta en el tema del Real Madrid. Y tuve que tirar yo solo, tuve que hacerlo yo solo. Y ahí tuvimos que defender al Celta, a la ciudad, al campo… a todos. Pero al final toda España nos dio la razón. Lo tuve que hacer yo solo, otros no estuvieron", espetó, sin querer dar nombre a estos otros.: "Yo no hablo de nadie".
Caballero también acusó veladamente a la Xunta de Galicia y, en concreto, a su presidente, Alberto Núñez Feijoo, de tener interés en que el Celta lleve su estadio fuera de Vigo: "Todo lo que tenga que ver con las instalaciones del Celta, pregúntenle a Feijoo, que sabe muchísimo. Que explique lo que piensa, opine, quiere. Pregúntenle si tiene interés en que el estadio donde tiene que jugar el Celta no esté en Vigo. Es una muy buena pregunta. Creo que Feijoo tiene que contar lo que sabe de esto".
En este sentido, el alcalde anunció como inminente su postura pública acerca del órdago lanzado por el Celta. "Yo haré una propuesta, la haré en breve, y punto. Yo no estoy en ninguna polémica. Estoy en hacer lo que es bueno para esta ciudad y para el Celta. Haré una propuesta, de la cual ya avancé en algunas ocasiones cosas. Ya la tengo encima de la mesa y la haré pública en los próximos días", dijo.
Sea como sea, reiteró su convicción de que "el Celta va a seguir en Vigo. Toda la ciudad y todo el celtismo quiere que juegue en Vigo, y en Balaídos. Es una obviedad que todo el mundo quiere jugar en Balaídos".
También defendió el político socialista que las obras que se están realizando en Balaídos son idóneas y que no tienen sentido las críticas recibidas desde el Celta, esta vez sí personalizando en Carlos Mouriño en su respuesta directa. "No quiero entrar en esa polémica. Pero le encantaba, sin ninguna duda. Y lo acordamos todo. Hablaremos además de lo que escucho que se dejó de hacer", comentó.
Valoró, a continuación, el estado de las intervenciones en la grada de Río, que será remodelada este verano y en la que ya se están dando los primeros movimientos. "Las obras van muy bien, a mucha velocidad, como tienen que ir. Será una grada fantástica", dijo, al estilo de "lo que ya está en Tribuna". Y apuntó someramente los plazos: "Cuando volvamos en agosto, aún no va a estar terminado todo. Estará la parte que no se puede hacer con público. La interior sí se puede hacer con público. La gran mayoría de la cubierta va a estar instalada. Estará toda esa grada de azul celeste y toda la cubierta montada hasta la misma altura de la actual. No habrá goteras, no lloverá".
En este punto, se refirió a las quejas sobre la ya acabada grada de Tribuna y la molestia de los seguidores cuando llueve. "Es que hay que esperar a que acabe la obra. Algunos tienen tanta prisa en deteriorar la imagen de Balaídos que olvidan que aún está en obras", apuntó de nuevo sin nombrar a Mouriño. "Es que es una obra monumental, que se va por encima de los 35 millones de euros", añadió. Y concluyó señalando que "vamos a arrancar ya con Gol. Hay que hacer el proyecto. ¿Por qué con Gol?, porque es la que requiere mover menos gente". Y hasta dio post data: "Se va a hacer todo el estadio, enterito, desde el principio hasta el final".n
