El Celta, con infinita menos presión que el Real Madrid, será valiente hoy ante un rival necesitado (21:00, C+1)
El Celta está en disposición de gustarse. Con el objetivo primordial conseguido y el complicado sueño europeo todavía vivo, el equipo celeste recibe esta noche en Balaídos a todo un Real Madrid. Y el conjunto blanco no está centrado en gustarse, sino en ganar como sea para mantener el pulso por el título liguero con el Barcelona de Luis Enrique Martínez, que ayer le metió algo más de presión ganando el derbi barcelonés.
La situación de ambos contendientes hace que el margen para arriesgar sea mucho mayor en los locales. Por la inferioridad objetiva ante un rival gigante, sí; pero también porque el Celta se ha demostrado esta temporada que a un partido puede plantarle cara a los grandes. Y no de cualquier manera, sino jugando bien al fútbol.
De ahí que Eduardo Berizzo no vaya a mover un ápice el equipo que ha encadenado las dos últimas victorias. Es decir, que sacará un once ofensivo marcado por la apuesta en el centro del campo por el dúo formado por Krohn-Dehli y Augusto Fernández. Alrededor de ese corazón, el conjunto celeste mantendrá sus habituales extremidadas: Sergio en portería; una línea defensiva de cuatro hombres formada por Mallo y Jonny en los laterales y Cabral y Fontás por el centro; un trío de mediapuntas que conformarán Santi Mina –en busca de la capacidad de remate mostrada ante el Rayo–, Orellana y Nolito; y la torre Larrivey en punta.
El técnico celeste repite porque quiere y porque puede. A las bajas de larga duración ya conocidas (Borja Oubiña y Carles Planas) se sumó a última hora la de Nemanja Radoja, que se resintió en el entrenamiento de ayer de sus habituales problemas de pubis y se cayó de una lista de 18 en la que dejó sitio a Levy Madinda. Fuera se quedó, por decisión técnica una semana más, David Costas.
Con valentía, pues, saldrá el Celta para que un buen resultado mantengan con vida e incluso relancen sus opciones de alcanzar la séptima plaza, que podría otorgar derecho a jugar en Europa. A corroborar ese planteamiento ayuda los problemas con los que llega el Real Madrid a Vigo, en forma de lesiones de tres hombres claves en su fútbol como Luka Modric, Gareth Bale y Karim Benzema.
Obviamente, la plantilla madridista tiene recursos, pero no del mismo nivel. Todo indica que Carlo Ancelotti apostará esta vez sí por Illarramendi en el centro del campo junto a Kroos e Isco. Ramos volverá a ejercer de central y Marcelo y Arbeloa formarán en los laterales. Arriba, Chicharito, goleador en Liga de Campeones, y James suplirán a Benzema y Bale, respectivamente.n
