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Contra los grandes resulta más difícil

Brais Méndez supera al valencianista Kondogbia en el partido disputado ayer en el estadio de Balaídos.
photo_camera Brais Méndez supera al valencianista Kondogbia en el partido disputado ayer en el estadio de Balaídos.

El Celta ha perdido esta temporada muchos puntos contra rivales con menos talento y ha desplegado su mejor juego frente a los grandes, una circunstancia que ha alejado al equipo vigués poco a poco de los puestos europeos.

Juan Carlos Unzué repitió ayer el dibujo 3-5-2 que enfrentó al Barcelona el martes anterior y, pese a la ausencia de Iago Aspas, los celestes dominaron buena parte del encuentro, pero sólo les dio para cosechar un empate frente a un Valencia rocoso en defensa y que dispuso de ocasiones para llevarse la victoria al contraataque. Sergio Álvarez volvió a estar providencial.

Una defensa de tres
Para el choque con el Valencia, Unzué recuperaba a Hugo Mallo, que se perdió el partido contra el Barcelona por sanción, y perdía al lateral izquierdo, Jonny, también por sanción. El técnico celeste solucionó la ecuación repitiendo la defensa de tres que había alineado ante los azulgranas, pero con otros protagonistas. De inicio, Cabral, Sergi Gómez y Roncaglia formaron la zaga, con Hugo Mallo en posiciones más adelantadas y dando apoyo a un centro del campo con cinco piezas. La lesión de Roncaglia a los 17 minutos no varió la idea defensiva porque Fontás entró por el argentino y Mallo continuó en el puesto anterior. En el tramo final del encuentro, Unzué sustituyó a Sergi Gómez por Pablo Hernández y la defensa acabó integrada por el propio Hugo Mallo, Cabral y Fontás.

Poblado centro del campo
El Valencia formó en Balaídos con el once y el dibujo previstos: un 4-4-2 al que regresaba la fortaleza de Kondogbia en la medular junto a un Carlos Soler que hizo las funciones del ausente Dani Parejo y dos jugadores más por las bandas, Guedes y Andreas. En punta, Marcelino apostó por sus dos excélticos, Rodrigo Moreno y Santi Mina. Para contrarrestar todo ese potencial, el Celta salió con cinco hombres en el centro del campo, Lobotka, Jozabed y Wass por dentro, y Pione Sisto y Hugo Mallo por fuera, aunque Sisto y Jozabed intercambiaron sus posiciones en muchas ocasiones. En punta, el técnico celeste puso de inicio a Brais Méndez y a Maxi Gómez, a los que se unió Emre Mor en los minutos finales. Con este sistema, el Celta dominó los primeros minutos, aunque sin generar demasiado peligro, y pasada la media hora tomó la alternativa el Valencia, que dispuso de ocasiones pero se encontró con un Sergio Álvarez de nuevo pletórico. Los últimos minutos del primer tiempo volvieron a ser celestes.

Paso adelante del Valencia
El equipo de Marcelino salió mejor en la segunda parte y, después de dos paradas de Sergio, se adelantó en el marcador tras un error de Pione Sisto. El danés perdió la pelota cerca del área viguesa y el Valencia lanzó una contra que culminó Santi Mina con un potente disparo a bocajarro.

Empate a balón parado y reacción
No ha coseguido muchos goles de estrategia el Celta esta temporada, pero ayer consiguió el empate con una falta lanzada por Wass que cabeceó Maxi Gómez a la red tras adelantarse a la defensa visitante. El tanto, que llegó apenas cuatro minutos después del marcado por Santi Mina, cambió de nuevo el rumbo del partido. El Celta volvió a adueñarse del balón y generó algunas ocasiones, aunque el Valencia pudo sentenciar también al contraataque. El Celta terminó con un centro del campo formado por Lobotka, Pablo Hernández, Jozabed y Wass, y con Emre Mor, Brais Méndez y Maxi Gómez en ataque, pero ni unos ni otros lograron mover ya el marcador. n

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