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El gol más agrio de Manuel Agudo

Manuel Agudo 'Nolito' remata de cabeza para marcar el segundo gol del Sevilla, que a la postre resultaría definitivo.
photo_camera Manuel Agudo 'Nolito' remata de cabeza para marcar el segundo gol del Sevilla, que a la postre resultaría definitivo.

Nolito dejó huella en el celtismo. Sus tres años en Vigo, repletos de goles, asistencias, victorias y frases para la historia, convirtieron al gaditano en un auténtico ídolo para la afición celeste, que incluso después de dejar el Celta ha seguido considerándolo como uno de los suyos. Pero ayer Nolito estaba en el bando contrario y volvió a demostrar que es un futbolista determinante, para desgracia del celtismo, que vio cómo Manuel Agudo hacía su gol más agrio. Y él, en una temporada con poca fortuna de cara a la portería rival, golpeó con rabia la valla publicitaria después de romper su sequía, precisamente, ante el equipo que lo había hecho feliz. El gol de Nolito acabó deciciendo un partido en el que se cumplió la máxima de que quien perdona, lo paga. Porque el Celta generó suficientes ocasiones para sacar al menos un empate del Sánchez Pizjuán, pero no las aprovechó y volvió a Vigo con la mochila vacía de puntos.

'Maxigol'
A pesar de la mareante oferta que ha recibido del fútbol chino, que habría descolocado a cualquiera, Juan Carlos Unzué vio a Maxi Gómez preparado para ser titular contra el Sevilla. Y el delantero uruguayo le dio la razón al técnico navarro convirtiendo en gol la primera oportunidad de las que dispuso el Celta, con un magnífico testarazo tras una falta botada por Pione Sisto. Una vez más, el equipo vigués sacó petróleo de una acción a balón parado, que se ha convertido en uno de sus puntos fuertes. Una vez más, se adelantó en el marcador sin haber hecho grandes méritos para ello.

La advertencia del 'Mudo'
Tras el 0-1 del Celta, el Sevilla se volcó sobre el área de Rubén Blanco y generó suficientes ocasiones para empatar. Y acabó encontrando el premio a su insistencia, pero le costó lo suyo. Franco Vázquez acaparó oportunidades, pero se quedó con la miel en los labios una, dos y tres veces. Tras la advertencia del 'Mudo', Muriel no falló. De nuevo a balón parado, como el Celta, y tras ganar en el salto a Jonny.

'Maxino'
Maxi empezó el partido con su séptimo gol de la temporada y lo acabó con mal sabor de boca después de haber malogrado tres claras ocasiones para firmar al menos un doblete en el Pizjuán. Un testarazo a un gran centro de Wass y dos remates fallidos con todo a favor impidieron al delantero uruguayo ampliar su cuenta y al Celta, sumar en el Sánchez Pizjuán. El fútbol, tan complejo en ocasiones, se resume muchas veces con el acierto o el desacierto en las dos áreas. El Celta no lo tuvo en Sevilla y el cuadro local lo encontró en la cabeza de Nolito, que como tantas veces hizo durante su etapa en Vigo solucionó el partido para el equipo de Eduardo Berizzo.
Brais, en el lateral
Con el Celta por detrás en el marcador desde los primeros compases de la reanudación, Juan Carlos Unzué realizó tres cambios en busca del empate. Sorprendió con el primero, dando entrada a Radoja en lugar de Lobotka, un cambio hombre por hombre que más que sumar ofensivamente, resta. Y volvió a hacerlo después al introducir en el terreno de juego a Brais Méndez por Cabral, moviendo a Jonny al eje de la zaga y situando al mediapunta mosense en el lateral zurdo. Desde el costado de la defensa, Brais apenas pudo participar en el juego y entre sus cualidades no está la capacidad para recorrer la banda cual carrilero. Una de las incógnitas de un partido con el que el Celta empezó la fase del calendario más complicada del curso. El próximo viernes, recibirá al Leganés, una de las revelaciones de la temporada.

Del Cerro anuló un gol al Celta por mano de Pione

El Celta no acabó contento con la actuación de Carlos del Cerro Grande en el partido de ayer contra el Sevilla. Los futbolistas celestes protestaron sobre todo por un gol anulado a Pione Sisto por mano y por un penalti no señalado en el área de Sevilla después de una mano del defensa local Escudero. 
Pione envió el balón al fondo de las mallas en el minuto 29, con 0-1 en el marcador, tras una jugada ensayada. Sin embargo, Del Cerro anuló el tanto por una mano de Pione en el control que incluso tras ver las repeticiones parece dudosa.
En la segunda parte, después de que el Sevilla le hubiera dado la vuelta al marcador, el Celta pidió penalti por manos de Escudero al rechazar un remate de Hugo Mallo dentro del área hispalense. El balón golpea en la mano del defensa del conjunto andaluz, pero no la tenía separada del cuerpo, sino delante de él. Esta circunstancia puede dar la razón al colegiado madrileño, aunque la variedad de criterio en lo que a las manos se refiere sigue siendo un problema en el arbitraje español.n

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