Un penalti con cierta polémica transformado por Silva sirvió para la victoria del Coruxo ante un Rápido de Bouzas defensivo y casi inexistente en ataque
No pasará a la historia del fútbol vigués por ser un partido bello. El primer derbi entre Coruxo y Rápido de Bouzas en Segunda B estuvo marcado por las buenas intenciones del equipo local y la defensa eficaz, pero sin ataque, del visitante. Era lo previsto sobre el papel, pero en la ejecución se podría entrever algo más de acierto, calidad o desequilibrio. Lo cierto es que el partido resultó seco y duro, casi tanto como el césped de O Vao, que necesita agua y no puede ser regado por las restricciones a causa de la sequía. Ganó el equipo de O Vao, que sale del descenso.
Rafa Sáez, entrenador del Coruxo, optó ayer por un equipo ofensivo con la introducción de Silva en la punta del ataque por la baja de Antón. Esto conllevó un efecto en cadena que sitúa a Álex Arias de mediapunta y a Mateo Míguez en el doble pivote junto a Fernando. Lo que sucede es que la formación verde y su técnico viven un debate con la demarcación del Mateo. Si se sitúa como mediocentro puro, gana en salida de balón lo que pierde en desequilibrio en los últimos metros. Si se pone como mediapunta se garantiza último pase, pero lo que no asegura es una transición continúa y segura hacia la zona de ataque. Lo cierto es que el Coruxo tuvo más el balón que su rival y lo llevó al campo contrario con cierta comodidad, también es cierto que una vez cerca de las proximidades de área, las ideas escaseaban.
Por su parte, el Rápido de Bouzas de Borja Jiménez tiene clara su filosofía de defensa, presión y contragolpe. Ayer hizo bien lo primero, a medias lo segundo y fue inexistente en el tercer capítulo porque su jugador de más desequilibrio, Carlos Pereira 'Carlitos', apenas apareció en el campo contrario.
El equipo boucense tiró en una ocasión entre los tres palos y, eso sí, tuvo dos opciones claras en sendos remates de cabeza de Colo, en el cuarto minuto de juego, y Cristian, a falta de un cuarto de hora. Si entra el primero, igual se hablaba de victoria boucense a través de una gran defensa.
Lo cierto es que tras el intento inicial del conjunto aurinegro, el Coruxo se hizo con la posesión. Llegó una y otra vez, pero con escaso peligro. Intentos de Álex Arias, Silva e Higón, especialmente clara la del tercero, que controló en el área con el pecho y resbaló.
La segunda mitad transitaba por un camino similar, con más posesión local y verticalidad visitante sin crear peligro hasta que Silva, que firmaba un partido gris, consiguió controlar el balón y darse la vuelta por primera vez en todo el encuentro. Entró en el área, se le marchó largo el balón y Brais Pereiro fue al suelo. En directo, el penalti parecía claro; por la televisión, deja dudas porque el delantero se tira antes de la llegada del guardameta. Lo cierto es que el colegiado decretó la pena máxima y el propio Silva la transformó para dar la victoria a su equipo y, en lo personal, reivindicar su sitio en una categoría en la que, hasta el momento, está superado por su velocidad. Debe adaptarse por él y por los goles que precisa el Coruxo.
Coruxo:
Alberto, Rafa Mella, Mario, Pablo Crespo, Pablo García, Fernando, Mateo, Higón (Campillo, min. 85), Juampa , Álex Arias (Yebra, min. 75), Diego Silva (Quique Cubas, min. 76).
Rápido de Bouzas:
Brais Pereiro, Adrián (Cristian, min. 67), Colo, Trigueros, Coti, Sielva, Yago Pérez (Pedro García, min. 68), Caba, Isma Gallar, Carlos Pereira 'Carlitos' (Diz, min. 58), Anderson.
Gol:
1-0, min. 63: Silva, de penalti.
Árbitro:
Albert Catalá Ferrán. Mostró cartulina amarilla a Pablo Crespo, Mateo y Pablo García en el Coruxo y a Sielva y Brais Pereiro en el Rápido de Bouzas.
Incidencias:
Partido correspondiente a la décimo quinta jornada en Segunda División B.
