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Fríos refuerzos de invierno

El argentino Lucas Boyé fue presentado el pasado 5 de febrero.
photo_camera El argentino Lucas Boyé fue presentado el pasado 5 de febrero.

Robert Mazan y Lucas Boyé han aportado muy poco al Celta cuando se cumplen 50 días del cierre del mercado

Es bien sabido, casi un tópico futbolístico, que resulta muy complicado encontrar en el mercado de invierno futbolistas que mejoren notablemente la plantilla de un equipo. Sin embargo, el Celta volvió a elegir el mes de enero para tratar de reforzar su plantilla y fichó dos jugadores que, cuando se cumplen cincuenta días del cierre del mercado –ayer–, apenas han aportado nada el conjunto que entrena Juan Carlos Unzué: el lateral izquierdo eslovaco Robert Mazan y el atacante argentino Lucas Boyé.
Ambos llegaron al club celeste como apuestas de presente y de futuro, dada su juventud. Mazan, procedente del MSK Zilina, tiene sólo 23 años, mientras que Boyé cumplió los 21 en Vigo el pasado 28 de febrero.
Cincuenta días después, su contribución al Celta ha sido prácticamente anecdótica. El lateral eslovaco solamente ha disputado un partido con la camiseta celeste (58 minutos) y el argentino ha salido desde el banquillo en seis pero acumula sólo 77 minutos en la competición liguera.
Los encuentros en los que Unzué ha decidido contar con alguno de los dos refuerzos invernales, además, no han dado buenos resultados al Celta, que de esos siete partidos perdió cuatro, empató dos y logró una sola victoria para sumar cinco puntos de 21 posibles.
Robert Mazan debutó con el conjunto vigués el pasado 3 de febrero en Mendizorroza frente al Alavés (2-1). La baja por sanción de Hugo Mallo llevó a Unzué a dar la titularidad al eslovaco en el lateral izquierdo, mientras que Jonny se situó en la derecha.
La apuesta del técnico no funcionó porque el Celta encajó dos goles en la primera parte y estuvo a merced de un Alavés que dispuso de ocasiones para sentenciar. En el minuto 58, Unzué retiró del campo a Mazan y a Brais Méndez para dar entrada a Jozabed y Pione Sisto, devolvió a Jonny al lateral izquierdo, puso a Wass en el derecho y el equipo vigués recuperó la iniciativa en el juego, aunque no llegó a remontar.
Después de ese partido, Robert Mazan no ha vuelto a jugar con el Celta ni como titular ni saliendo desde el banquillo. Sin embargo, la selección de Eslovaquia lo ha convocado para sus próximos compromisos internacionales junto con el también céltico Lobotka.
El caso de Lucas Boyé no ha sido mejor hasta el momento. El atacante argentino, procedente del Torino, se estrenó con la elástica celeste el 11 de febrero en Balaídos, en el encuentro entre Celta y Espanyol, que terminó en empate (2-2).
Boyé entró en el campo sustituyendo a Hugo Mallo en el minuto 88, justo después de que Gerard Moreno marcara el segundo tanto del cuadro barcelonés, pero en esos pocos minutos no tuvo tiempo ni de entrar en calor.
Unzué volvió a contar con el argentino en la derrota de Getafe (3-0). En esa ocasión entró en el terreno de juego en el minuto 74, como sustituto de Roncaglia y con 2-0 en el marcador, y aparte de llevarse una tarjeta amarilla no pudo aportar más a un Celta desconocido y que dio una pésima imagen en el Coliseum Alfonso Pérez.
A continuación, Boyé dispuso de otros 16 minutos en el choque que los vigueses perdieron en Motilivi frente al Girona (1-0). Boyé ingresó en el campo en el 74, como sustituto de Wass, y su presencia tampoco sirvió de revulsivo a un Celta que había encajado el gol en el minuto 14.
La única victoria que ha conseguido el Celta con alguno de sus refuerzos invernales en el campo fue en Balaídos contra Las Palmas (2-1), el pasado día 5, aunque en ese encuentro Lucas Boyé sustituyó a Maxi Gómez en el descuento y apenas estuvo un minuto sobre el césped.
Pese a todo, Boyé ha ido incrementando su tiempo en el campo en las últimas jornadas. Frente al Atlético de Madrid (3-0), dispuso de 19 minutos cuando ya estaba todo decidido y el pasado domingo, ante el Málaga (0-0), tuvo otros 23 minutos sin gran trascendencia. n

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