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El fenómeno Guidetti como rival

John Guidetti faltó en la última convocatoria del Alavés tras aparecer en las seis precedentes.
photo_camera John Guidetti faltó en la última convocatoria del Alavés tras aparecer en las seis precedentes.

El delantero sueco puede regresar este viernes a Vigo, donde triunfó más en lo ambiental que en lo futbolístico

Pocos futbolistas han generado tanta expectación y tanto seguimiento en apenas dos temporadas y media en el Celta. John Guidetti puede enfrentarse por primera vez en su carrera al conjunto vigués el próximo viernes y en Balaídos, siempre y cuando Abelardo Fernández cuente con él para la convocatoria del Alavés, algo que no ha sucedido en la última jornada.


El que fuera ídolo de buena parte de la afición celeste no está teniendo el arranque de campaña que él desearía. De las ocho jornadas transcurridas, ha participado en seis encuentros pero sólo en tres formando parte del once titular. Y en las dos jornadas que no ha sido utilizado, ni tan siquiera entró en la lista de 18. Es una muestra de la variedad que está teniendo en su ataque Abelardo, quien tiene como nueve de referencia en las últimas jornadas al argentino Jonathan Calleri –llegó fuera de forma pero ha sido el elegido en cuatro de los últimos cinco partidos– y también está encontrando respuesta en Rubén Sobrino. Además, tanto Calleri como Sobrino ya han visto portería (dos goles cada uno) e incluso Borja Bastón también lo ha hecho, mientras que el excéltico todavía no.
Una suerte, la del gol, en la que tampoco sobresalió en su paso por Vigo. Sí estuvo a la altura en su primera campaña en el Celta, con 12 tantos en 43 partidos y 1.823 minutos, pero en la siguiente ya bajó su rendimiento con 9 en 42 y 2.272. Con todo, el sueco pasa por ser un nueve con alma de mediapunta, un jugador especialmente dotado para el juego combinativo más que para el fútbol de área. Y esas condiciones le siguen haciendo un fijo en la selección sueca. Mañana mismo, de hecho, puede medir sus fuerzas con el céltico Stanislav Lobotka –fugaz excompañero suyo la primera mitad de la temporada pasada– en un amistoso entre Suecia y Eslovaquia en Solna.
Porque la pasada campaña fue la última del fenómeno Guidetti en Vigo. Tras su mejor pretemporada en el Celta, una lesión en el último amistoso previo al arranque liguero le privó de empezar en el once y abrió la puerta para que sí lo hiciera Maxi Gómez. El excepcional rendimiento realizador del uruguayo lo dejó en el banquillo y creó en él la necesidad de salir para garantizar su presencia con Suecia en el Mundial de Rusia. Encontró acomodo en enero en el Alavés, cedido con una opción de compra ya pactada que en verano se ejecutó. Una buena, sin excesos, operación económica para el Celta.
Guidetti llegó a Vigo en verano de 2015 precedido de una enorme expectación, aumentada por el título europeo sub-21 de Suecia ese mismo verano. Por entonces, ya era un icono en Suecia y pronto comenzó a serlo en el Celta. Su habilidad para relacionarse con la afición, ya sea a través de las redes sociales o de sus escogidas apariciones ante los medios, su llamativa historia personal, su capacidad de aglutinar miradas sobre el césped, sus detalles de calidad individual y, cómo no, su canción lo convirtieron en un fenómeno fuera del campo mientras peleaba por serlo también dentro. Cierto es que acabó siendo el delantero titular sus dos temporadas completas en Vigo, sobre todo en la segunda, pero no lo es menos que nunca colmó las expectativas deportivas creadas. Ahora, busca conseguirlo en el Alavés, donde también se está encontrando con dificultades. Ésas que pueden privar a Balaídos este viernes de un reencuentro que se presume amigable e, incluso, festivo. A la altura del fenómeno Guidetti.n

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