La ex jugadora céltica, policía local de 54 años, será incinerada esta tarde (18:00) en Pereiró
La histórica pívot del Celta Bosco Carmen Martínez falleció ayer en Vigo a causa de un cáncer y esta tarde será incinerada en el tanatorio de Pereiró tras un acto civil que se llevará a cabo a las seis de la tarde en las mismas instalaciones.
Miembro de la Policía Local viguesa, María del Carmen Martínez Domínguez nació en 1961 y en su juventud se convirtió en una de las grandes jugadoras de baloncesto que ha dado la ciudad de Vigo.
En sus inicios, formó parte de la primera selección española juvenil femenina que se creó para disputar el primer Campeonato de Europa de la categoría, en 1976, y de hecho fue la primera jugadora llamada por España para el recién creado combinado juvenil.
En aquel equipo militaban también Sole Granados –fallecida en 1993–, Rocío Jiménez, Elena Moreno, Pilar Marín o Elvira Gras, entre otras. Las cuatro primeras llegaron a jugar en la sección de baloncesto del Celta.
Dos años después, debutó con la selección española absoluta, de la que fue una asidua hasta 1983. Mientras tanto, desarrolló casi toda su carrera en el Celta, salvo un paso fugaz por el Avon Alcalá.
Desde la primera Liga que conquistó en 1977, con Vicente Rodríguez 'Cholas' como entrenador y sin perder un solo partido, hasta su último título, la Copa de la Reina que levantó en Santiago en 1984, Carmen demostró que en Vigo existía cantera suficiente para competir con las dos grandes ciudades del país: Madrid y Barcelona, unos años en los que formó parte del inolvidable grupo de jugadoras que alcanzó varios títulos junto a Susana García, Ángeles Araújo, Maribel Lorenzo o Ángeles Liboreiro.
La jugadora viguesa, una rocosa pívot de 1,83 de altura, ha entrado en la historia del baloncesto femenino español por derecho propio tras formar parte del mejor equipo de la historia del club celeste, el Celta Citroën de la temporada 1981/82, en la que logró la Liga y la Copa, el único doblete conquistado por el básket femenino gallego.
Representantes de la entidad céltica pasaron ayer por el tanatorio de Pereiró, donde policías locales con uniforme de gala hicieron guardia durante toda la jornada. n
