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El Celta, al ataque en la vuelta de Europa a Vigo

Iago Aspas posa ayer con los cartales de la UEFA, que volvieron a ser colocados en Balaídos tras diez años sin competición europea.
photo_camera Iago Aspas posa ayer con los cartales de la UEFA, que volvieron a ser colocados en Balaídos tras diez años sin competición europea.

El equipo vigués asume como necesaria la victoria y Berizzo limitará las rotaciones hoy ante un Panathinaikos con más experiencia pero con sensibles ausencias

Chinos y ventas aparte, el fútbol reclama la atención hoy en Balaídos con el retorno de las competiciones europeas, sensación que no se vivía por estos lares desde el mes de marzo de 2007. El Celta, en ascenso en cuanto a resultados y fiabilidad, confía en dar un paso más esta tarde con una victoria ante el Panathinaikos necesaria para llevar por el buen camino la fase de grupos de la Liga Europa. Sólo es la segunda jornada, pero a nadie se le escapa que asegurar los puntos en casa es pieza clave para apuntar a una de las dos plazas que dan acceso a la siguiente ronda y que una alegría hoy mejoraría el aspecto del empate de hace quince días en Lieja ante el Standard (1-1). Además, un triunfo alejaría un tanto de la pelea al rival heleno, que ya cayó en la primera jornada en casa ante el Ajax (1-2).
El mero hecho de poder hacer estas cuentas supone un lujo para el equipo vigués, sabedor de que por calidad puede estar al nivel del resto de rivales de grupo pero también conocedor de su inexperiencia en este tipo de competiciones. Ésa puede ser la gran baza del Panathinaikos, líder en Grecia tras haberse disputado únicamente tres jornadas pero que ayer aterrizó en Vigo con bajas sensibles para el esquema del técnico italiano Andrea Stramaccioni. Así, de los diez jugadores más utilizados hasta la fecha por el entrenador heleno entre todas las competiciones, faltan cuatro: los defensas Ivanov y Mesto, el centrocampista Hult y al atacante Wakaso. Además, Leto y Boumal siguen lesionados. En el Celta, en cambio, las únicas ausencias son las ya arrastradas en las últimas semanas de los lesionados Fabián Orellana, Carles Planas y Claudio Beauvue, aunque el técnico celeste, Eduardo Berizzo, ha dejado fuera de la lista para darles descanso a Facundo Roncaglia, Sergi Gómez, Nemanja Radoja y Théo Bongonda.
El once inicial quedará mediatizado por las rotaciones realizadas por el entrenador argentino, especialmente intensas, precisamente, en el anterior encuentro de Liga Europa disputado en Lieja. Entonces, aparecieron en el once jugadores como Costas, Naranjo y Lemos, que no lo habían hecho antes y que no volvieron a hacerlo después. En esa ocasión, Berizzo ya ha avisado de que no habrá tantos movimientos. En este sentido, la defensa se espera que siga siendo de cuatro componentes, y no de cinco como en Lieja. Entonces, el equipo pasaba por serias dudas en su trabajo defensivo, pero tras no haber perdido ninguno de los cuatro últimos partidos y tras haber encajado un solo gol –y de penalti- en los tres más recientes, parece que el funcionamiento grupal se ha readaptado al 4-3-3 o al 4-2-1-3 con naturalidad.
Casi la única certeza es que Sergio Álvarez estará en portería. A partir de ahí, en la defensa las ausencias de Roncaglia y Planas convierten en titular a Jonny en el lateral izquierdo, con Hugo Mallo, que descansó ante el Espanyol, en el derecho. El centro de la zaga quedaría para Gustavo Cabral y Andreu Fontás, si Berizzo se decide a darle minutos ya, o David Costas. En el centro del campo, el merecido descanso de Radoja empuja a la titularidad a Marcelo Díaz y Pablo Hernández, que salió desde el banquillo en Cornellá. En las bandas, se abre la posibilidad de una nueva oportunidad para José Naranjo en la izquierda y de Josep Señé caído a la banda derecha, con Giuseppe Rossi y John Guidetti en un ataque inédito hasta la fecha con el italiano un poco más retrasado que el sueco.
Elija quien elija Eduardo Berizzo, el partido pasa por el aprovechamiento de una posesión que el Panathinaikos, en principio, no peleará. Andrea Stramaccioni ha jugado esta misma temporada con una defensa de cuatro y con otra con tres centrales. Pero el gran problema del técnico es que le faltará Ivanov atrás, Mesto en banda derecha, Wakaso en el enganche y Hult en una banda izquierda despoblada de jugadores zurdos. Sí mantendrá el corazón de su centro del campo, con el portugués Zeca y el italo-argentino Cristian Ledesma. Y en punta dispone de su goleador, Marcus Berg, compañero de selección del céltico Guidetti. Un equipo que tirará de galones y de contragolpes para sacar algo en limpio en Balaídos.n

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