Celta

Un engaño que olvide el desengaño

Buena parte del ataque celeste dependerá del acierto de Clauido Beauvue, que repetirá en banda.
photo_camera Buena parte del ataque celeste dependerá del acierto de Clauido Beauvue, que repetirá en banda.

El Celta, mermado en número, se reencuentra con el Sevilla tras el fiasco copero con Europa en juego (18:15, C+L)

Jugar a ser grande en el fútbol, cuando el bolsillo no te lo permite, es tratar de engañar a la realidad día tras día, pero tratar de hacerlo, paradójicamente, con verdad. Celta y Sevilla pertenecen, por base económica, a mundos distintos pero hoy por hoy conviven codo con codo, una certeza que se experimenta con intensidad en estos días de tres duelos consecutivos entre Copa y Liga. La lógica sitúa al conjunto sevillano por encima del vigués, pero el engaño franco y amable del conjunto vigués amenaza siempre al poder establecido. Juega con él, a base de fútbol. Un fútbol que los de Eduardo Berizzo no tuvieron el pasado jueves en la dolorosa derrota copera en el Pizjuán (4-0) y que esperan recuperar hoy para devolver la moneda a los de Unai Emery esta vez en la pelea liguera por meterse en Europa –los célticos son séptimos con 34 puntos y los sevillistas quintos con 36–.
Lo malo es que la riqueza ajena salta más a la vista cuando tú no puedes siquiera disponer de todos tus bienes. Y al Celta le faltarán esta tarde algunos de los más valiosos, como los lesionados Fontás y Nolito y los sancionados Mallo y Orellana. Es decir, que como dejó entrever el técnico argentino, a los celestes les tocará medirse al enorme potencial sevillista, un plantel del que se pueden sacar perfectamente dos equipos de gran nivel, sin Messi y Neymar; o sea, sin Nolito y Orellana. La lista de 18 la formarán los 16 disponibles del primer equipo más los canteranos Goldar y Pape.
Tocará hacer de tripas corazón. Pero no con unas tripas cualquiera, tampoco. La recuperación anímica tras la goleada del pasado jueves ante el mismo rival al que hoy recibes deberá ir unida al rearme de un ataque que variará de forma más que notable. Porque no están Orellana ni Nolito, lo que ya hiere, y porque Berizzo elegirá entre Guidetti y Aspas a uno solo dado el desgaste habido. Lo que significa que el entrenador céltico cifra toda la potencia ofensiva, o gran parte de ella, a la velocidad de Théo Bongonda y Claudio Beauvue por bandas. Y con la manija ofensiva, posiblemente, en manos de un Josep Señé que vive otro salto de la sombra a plena luz.
Esa es la opción a la que el cerebro de Berizzo le da vueltas en las horas previas, aunque reconoce que también se guarda la zona de confort que supondría repetir tridente en el centro del campo con Radoja, Wass y Pablo Hernández. Si finalmente gana la primera opción, uno de los tres descansará. Porque en defensa, con la baja de Hugo Mallo, las habas son contadas y jugarán Jonny, Cabral, Sergi Gómez y Planas. El técnico celeste considera que Jonny debe purgar el aprendizaje de sus errores sobre el césped y así lo hará el valiente canterano. Y en portería, continúa el turnismo y Sergio dará el relevo a Rubén, titular en Copa.
Mientras, el Sevilla rotará en los laterales, en el mediocentro y en una de las bandas respecto al jueves pero mantendrá buena parte de su columna vertebral, con Sergio Rico, Rami, Kolo, N'Zonzi, Banega, Vitolo y Gameiro.
Más allá de las piezas, el funcionamiento global del Celta debe mejorar respecto al jueves ante un Sevilla en plena madurez futbolística, muy alejado de aquel al que le sorprendió en la primera vuelta en el Pizjuán. Los errores cometidos en Copa deben servir de duro aprendizaje, aunque no harán, según adelantó ayer Berizzo, que la apuesta sea más reservona. En un duelo teóricamente desigual, sólo el fútbol, ese engaño maravilloso, puede igualar las fuerzas.

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